La familia Martínez Sampedro continúa su pelea para recuperar el control de Codere, empresa que cedió el mes pasado tras una jugada de los bonistas, y reveló que las nuevas autoridades negocian una fusión con Cirsa para crear un gigante del juego.

LPO reveló en enero que como tras la jugada para correr a los Martínez Sampedro, en el mercado ya se hablaba de una posible fusión de la nueva Codere con el grupo catalán Cirsa. Este último despegó a nivel global al quedarse con los barcos casino de Puerto Madero en Buenos Aires, unas de las salas más rentables del mundo. Sin embargo, este grupo que amasó inmensas fortunas durante la presidencia de Carlos Menem, entró en conflicto con Néstor Kirchner y tuvo que ceder la parte del negocio a Cristóbal López.

Tras ser corridos del control de Codere, los Martínez Sampedro presentaron una demanda de arbitraje ante la Cámara Internacional de Comercio en París y aseguraron que los fondos que tomaron el control de la compañía (Silver Point Finance, Contrarian y Abrams Capital) negocian la fusión con Cirsa. 

Según El País, con la operación Codere y Cirsa podrían generar un recorte importante de gastos. Como ambas empresas operan en España, Italia y distintos países latinoamericanos, podrían eliminar los departamentos duplicados. Desde el entorno de la familia Martínez Sampedro se habla de un plan para recortar gastos por entre 50 y 100 millones de euros al recortar unos 2.500 puestos de trabajo en España y Latinoamérica.

Los Martínez Sampedro creen que esa fusión responde a un arreglo entre los fondos Silver Point y Blackstone. El primero es dueño del 21,6% de las acciones de Codere, y junto a Contrarian (9,9%) y Abrams (8,7%) tiene 3 de los 9 asientos del consejo (también cuentan con el apoyo de los 3 miembros independientes, que votaron a favor de destituir a los Martínez Sampedro). Blackstone, por su parte, fue señalado por Bloomberg como un posible comprador de Cirsa, propietaria de 134 casinos, 68 bingos y más de 2.000 locales de apuestas deportivas.

Los fundadores de Codere temen una maniobra para que Blackstone acuerde con Silver Point la compra de su parte de las fusión. Los Martínez Sampedro mantendrían su porción accionaria pero con un poder de decisión muy diluido dentro de la nueva compañía.

Se trata de un capítulo más de la pelea entre la familia fundadora de Codere y los bonistas, que el mes pasado se unieron para desplazar de sus cargos de presidente y vice del Consejo de Administración a José Antonio Martínez Sampedro y Luis Javier Martínez Sampedro. Los antiguos propietarios emprendieron entonces el camino judicial para intentar recuperar el control.