La liberación de Amado Boudou desató la ira de varios funcionarios del Gobierno, que salieron en fila a mostrarse indignados ante la noticia y criticaron el fallo judicial que pone en crisis a la denominada "Doctrina Irurzun", que se aplicaba para detener a ex funcionarios.

El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, dijo que pese a que es "respetuoso de las instituciones", esta situación le duele "como ciudadano", ya que aseguró que "la evidencia es bien clara de lo que ha pasado bajo su gestión" como vicepresidente de Cristina Kirchner.

En diálogo con Radio Mitre, Triaca dijo que "más allá de lo que choca a uno ver el festejo por la excarcelación, hay que confiar en la Justicia", concluyó Triaca.

Otra representante del Gobierno que salió a criticar la excarcelación fue Graciela Ocaña. La diputada -quien supo calificar a Boudou como un "personaje nefasto"- se remitió a escribir en su cuenta de Twitter que la noticia le parece "una vergüenza".

El diputado Fernando Iglesias, un habitué de las declaraciones provocativas en las redes, expresó la "amargura" que siente por el tema y se preguntó por qué no hubo "avance de la causa" después de una prisión preventiva de más de dos meses.

"Para todos aquellos que queremos ver justicia en nuestro país, es una amargura. Pero tampoco creo que dé para salir corriendo y decir que nunca vamos a tener justicia", dijo en declaraciones a radio Delta.

Boudou fue liberado el viernes por la noche, luego que la Cámara Federal porteña decidiera excarcelarlo y confirmar su procesamiento en una causa sobre una rendición falsa de viáticos cuando era ministro de Economía.