Fue una jugada de pizarrón, pensada al extremo para enviar señales a sectores poderosos, mostrarse en sintonía con los reclamos de la Iglesia y trazar un fuerte discurso público contra el juego.

Todos esos puntos estuvieron contenidos en el anuncio de María Eugenia Vidal en el que destacó el cierre de tres casinos de la costa, la licitación de casi cuatro mil máquinas tragamonedas que funcionan en los casinos y el cierre del bingo de Temperley.

Detrás del anunció de Vidal hubo un fuerte lobby del Papa Francisco. Se sabe que entre la Gobernadora y el Sumo Pontífice existe una relación estrecha pero subterránea. Se ven más de lo que se sabe toda vez que esos encuentros no se hacen públicos.

La lucha de la Iglesia contra los bingos instalados en los puntos de menor poder adquisitivo del Conurbano lleva años. Un caso testigo fue la pulseada pública del Obispado de Lomas de Zamora contra la apertura del Bingo de Puente La Noria.

El bingo era de la empresa española Codere en sociedad con el empresario argentino Daniel Mautone. La sala se enclavaba en un punto neurálgico. Por allí pasan unos 80 mil vehículos por días y unas 150 mil personas hacen trasbordo para viajar a la Capital.

La jugada de Vidal de cerrar esas salas liberó de competencia a tres bingos de la zona que son propiedad de Mautone, socio de Daniel Angelici, el amigo y operador judicial de Mauricio Macri. 

Apenas llegó al gobierno, Vidal dio por cerrada esa discusión y no permitió que esa sala abra al público. Fue un gesto fuerte a las demandas del Papa, un gesto que se renueva ahora con la no renovación de la licencia del bingo de Temperley y un fuerte discurso en contra de la ludopatía.

En cuanto al cierre de los casinos de Necochea, Mar de Ajó y Valeria del Mar, se sabe que las tres salas eran deficitaria para los operadores. Pero por sobre todo para el Estado bonaerense.

En tanto, hay un punto importante que destacan fuentes del sector del juego. La jugada de Vidal de cerrar esas salas liberó de competencia a tres bingos de la zona que son propiedad de Mautone, socio de Daniel Angelici, el amigo y operador judicial de Mauricio Macri.

Según detallan desde el gobierno, el pliego para la licitación de las salas de casinos del Central (Mar del Plata), Monte Hermoso, Pinamar, Trilenium de Tigre, Miramar, Tandil y Hermitage, también en Mar del Plata propicia un esquema de "tres canastas" que combinen las salas más y menos rentables, para que no haya ofertas desiertas: Trilenium se licitará junto a Pinamar, el Central junto a Monte Hermoso y el Hermitage junto a Tandil y Miramar.

Sin embargo, esto no necesariamente va a suceder. Puede ganar -en caso que haya una buena oferta- una sola empresa que se quede con todas las salas.

La posibilidad de licitar entusiasma al sector, incluso a la empresa Boldt quien hoy opera las máquinas de todas las salas. Es que las prórrogas a corto plazo con que se manejó gestión de Daniel Scioli generaban inestabilidad en el negocio. Ahora se abre la posibilidad de una licitación por 20 años. La propuesta es tentadora para las empresas vinculadas al sector y a partir de ahora se abre una carrera para trabajar en propuestas y buscar socios.

 La licitación establece renovar la administración de 3.860 slots. En el sector estiman que por máquina existe un costo de 15.000 dólares, lo que supone sólo en tragamonedas unos 58 millones de dólares. Otro tanto deberán ofrecer los interesados para mejoras edilicias. Por lo que el se calculan unos 115 millones de dólares para cubrir las salas de los siete bingos.

La decisión de Vidal marcó también una diferenciación de las políticas de Macri sobre el juego. Fuentes del sector advirtieron hoy como la Gobernadora comenzó a marcar un camino propio.  

Por eso, se estima que un punto clave en la propuesta de las empresas interesadas pasará por la oferta en los porcentajes de las ganancias que se distribuyen entre la operadora y el Estado bonaerense.

Actualmente, los operadores en los casinos se quedan con un 42% de la recaudación de cada máquina. Una cifra inferior a la que se quedan los operadores de tragamonedas de los bingos, que ronda el 66%. A eso se suma que los operadores de los casinos tienen como socio al Estado con todas las complejidades que eso conlleva, como los faltazos de personal y problemas edilicios que no tienen los bingos.

Por eso, una versión muy fuerte asegura que las ofertas van a pedir una ganancia de entre un 50 y un 65% de la recaudación de los slots.

Vidal hizo hoy un breve acto en La Plata donde formalizó el anuncio. Allí apeló a un discurso duro con el negocio del juego y apeló a la sensibilidad de la ludopatía.

"El juego es un problema en la provincia, ya que creció de manera persistente durante muchos años, y muchos dirigentes políticos lo sabían pero, pese a eso, no pudieron o no quisieron frenarlo", dijo.

La maniobra de Vidal marcó también una fuerte diferenciación de las políticas de Macri sobre el juego. Fuentes del sector advirtieron hoy como la Gobernadora comenzó a marcar un camino propio. Es que el Presidente, durante sus ochos años de jefe de Gobierno porteño, nunca se destacó por combatir el negocio del juego.

Esa diferenciación con Macri se suma una fuerte alianza con las demandas de Francisco y un discurso como el que mostró hoy en La Plata, con una fuerte impronta social a favor de la lucha contra la ludopatía.