Unas 220 personas quedaron cesantes tras el cierre de una planta estatal de Fabricaciones Militares en Azul. Fue el propio interventor de la empresa, Luis Riva, quien confirmó esta tarde que Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Azul (Fanazul) dejó de funcionar el pasado 28 de diciembre y que su producción serÃa reabsorbida por otras plantas de la empresa.
El interventor aseguró que se encuentran en una etapa de revisión de Fabricaciones (perteneciente al Ministerio de Defensa nacional) y agregó que la producción en Azul "era muy pequeña" y que puede ser reabsorbida por otras plantas de la empresa.
Los trabajadores se enteraron del cierre definitivo de la fábrica a través de esas declaraciones de Riva a LU 32, una emisora de OlavarrÃa. En tanto, quedó sin efecto una reunión pautada para hoy mismo. Furiosos acusaron al interventor de tener una "actitud canalla" y adelantaron que profundizarán las protestas.
El cierra deja sin fuente laboral a 220 trabajadores contratadas. La empresa tenÃa un total de 254 empleados y los 34 restantes estaban en condición de planta permanente y serÃan reubicados en dependencias del Estado.
En 2017 Fabricaciones Militares recibió $ 2400 millones de aportes del Tesoro sobre $ 900 millones de ventas; este año serán $ 1600 millones; en 2019, $ 1000 millones, y en 2020, $ 500 millones. El equilibrio recién llegarÃa en 2021.
Riva habÃa señalado que en la última década se duplicaron los contratos y que por cada 100 empleos directos hay 180 indirectos. "No cierra la ecuación", dijo.
La crisis afecta a varias plantas. En 2017 Villa MarÃa trabajó al 45% de su capacidad y su melliza, Azul, al 10%. "Nos dejaron una empresa no viable, se iba a estrellar en cualquier momento", aseguró el interventor.
"De cada peso que se vende, se pierden tres. Es una situación que no se puede cortar abruptamente, por lo que diseñamos un plan a tres años para reestructurar las unidades y reordenar la producción que se enfocará en la seguridad nacional, en proveer a la industria minera y petroquÃmica y al mantenimiento de vagones", describió. Las áreas con más potencial son las de fabricación de ácido nÃtrico, producción de proyectiles de 9 milÃmetros, chalecos de seguridad y reparación de vagones.
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Fabricaciones Militares no es una empresa. Nunca lo fue en 75 años. Es un organismo descentralizado, como el INTI, el INTA, el INPI, CONAE, CONEA y tantos otros. Por lo tanto, el enfoque de rentabilidad empresario no es el que aplica, lo que no quiere decir que no califican criterios de eficiencia.
Pero la cosa empeora al tener en cuenta el planteo del interventor que la producción puede fácilmente ser relocalizada a otra fábrica. Fanazul tiene la única planta de TNT de América Latina. De qué manera se puede relocalizar fácilmente? Fanazul tiene la única fábrica de carga de proyectiles de Argentina? Cómo se va a relocalizar fácilmente?
Por otro lado son capacidades para defensa. Acá y en el mundo nunca funcionan a máxima capacidad. Básicamente porque tienen que tener un margen en caso de que requieran mayor producción por cuestiones de cambios de contexto.
Finalmente, el contexto en industria para la defensa se crea. Si el principal cliente, que obviamente es el Estado, decide no comprar. Se crean las condiciones para su cierre. Para terminar con 74 años de historiar y capacidades que ningún país de la región tiene. Y que no solo sirven para la defensa, sino que han servido y sirven para el desarrollo de la industria química, de explosivos, minera, e incluso aeroespacial. Pero es todo demasiado complicado. Mejor cerrar y a otra cosa.
Y la ultima. El criterio principal es la facilidad de echar a alguien (contratados) y no otro, como la sustentabilidad de largo plazo o la eficiencia.