El Gobierno sancionará mañana el presupuesto 2018 en el Senado con el respaldo del bloque justicialista de Miguel Pichetto, que anticipó la ayuda de sus pares en una reunión de la Comisión de Presupuesto, donde volvió a brillar por su ausencia Cristina Kirchner, una de sus flamantes integrantes.

La ex presidenta tampoco había ido el miércoles, cuando oficialistas y peronistas se asociaron para dictaminar la reforma tributaria, aprobada horas antes en Diputados. 

Esta vez prefirió reunir a la misma hora a su minibloque de 8 senadores en el Instituto Patria, su bunker preferido, a sólo dos cuadras del Congreso. Desde allí partió el neuquino Marcelo Fuentes hasta el salón Illía del Senado, saludó a Pichetto, dejó una copia del dictamen y se fue. 

Los proyectos de presupuesto, prórroga del impuesto al cheque y reforma impositiva serán ley este miércoles, pero los dos primeros requieren de dos tercios del recinto para tratarse, por no haber pasado 7 días desde su tratamiento en Comisión. El bloque justicialista ayudará con el número para todas las leyes y Cristina participará de la sesión, aunque aún no definió si se anima a un discurso, al principio o al final de la sesión. 

El Senado convertirá en ley este miércoles el presupuesto y la reforma tributaria, con el respaldo del oficialismo y el bloque justicialista. Cristina Kirchner faltó a las reuniones de comisión, pero irá a la sesión de este miércoles. 

"Nosotros vamos a acompañar. Hay una tradición que lo que se vota en diputados se ratifica en el Senado", anunció Pichetto. Y aclaró que "no es un debate express" porque sus participó del debate intramuros con los diputados.

Parecía hablarle a la silla vacía de Cristina, pero provocó la reacción del salteño Juan Carlos Romero ("No coincido en que tenga que no podamos poner una coma", se quejó) y de Carlos Caserio, que integra el interbloque del PJ pero no parecía estar al tanto de los tiempos de su jefe.

"Es la última vez que voto algo que no puedo cambiar. Eso se entiende si tienen una mayoría. Sino no", protestó el hombre de Juan Schiaretti, ante la atenta mirada de Esteban Burllich, a cargo de la comisión.

La reunión empezó con una larga enumeración de Guillermo Dietrich sobre las obras proyectadas para 2018 (sobresalen rutas, puertos, aeropuertos y trenes de carga), gran parte a través de programas de participación pública privada (PPP), un sistema que genera sospechas entre los gobernadores porque no está claro su criterio de selección.

"No entendemos cómo se eligieron. Por ejemplo en mi provincia hay obras de potabilización que son provinciales", planteó el santafesino Omar Perotti, un planteo que ya hicieron los diputados Pablo Kosiner y Diego Bossio en el recinto.

Dietrich informó que los PPP se usarán mucho para obras viales, que no están especificadas pero si lo se calcularon los pagos estimados para los próximos años.

"El desarrollo futuro no es el tren de pasajeros, sino el tren de carga. Y para prevenir los accidentes viales hay que mejorar las rutas, porque el gran rival del transporte automotor son los vehículos particulares", le respondió Dietrich a la rionegrina progresista María Odarda, molesta por las demoras en el servicio ferroviario del alto valle.

Pichetto defendió al ministro. "Hay que reconocer que siguió las obras que había iniciado el anterior Gobierno. No son todas pálidas. Vialidad está trabajando bien", ponderó.

Cambiemos volvió a mostrar su línea de 7 senadores de la comisión, escoltados por Luis Naidenoff, flamante jefe del interbloque. Y una particularidad que se repite: Julio Cobos siempre pide explicaciones como un senador más. El miércoles le exigió a Nicolás Dujovne detallar las modificaciones a la reforma tributaria y hoy a Dietrich rendir cuentas sobre obras públicas en Mendoza. 

El ministro de Hacienda avaló los cambios al presupuesto realizados el jueves en Diputados, cuando aumentaron partidas para viviendas sociales pedidas por los gobernadores y sumaron 1800 millones a Universidades.

Dujovne defendió el aumento de la deuda externa, pero en el PJ cuestionaron el dólar barato y el rojo comercial. "Es justamente el comercio exterior lo que nos permitiría captar divisas", dijo Omar Perotti. 

Pero insistió en que el principal objetivo es bajar el déficit fiscal "para no exponernos a una crisis macro económica. Y eso implica disciplina". Minimizó el endeudamiento externo, una de las alertas más grandes de la oposición, "porque llegará al 37% del PBI en 2020, menos que cualquier país de la región".

Pero el dúo Pichetto-Perotti no se enredó en las compulsivas salidas a los mercados de crédito  y llamó la atención sobre el déficit comercial y la política de tasas altas del Banco Central, que habilita el negocio financiero y atrasa el valor del dólar.

"Este tipo de cambio es bajo y no le sirve a nadie un dólar barato", cuestionó el rionegrino y calculó un rojo comercial en el exterior en 8000 millones de dólares, sólo de marzo a noviembre. 

Perotti condenó déficit comercial, porque "es justamente en el comercio exterior donde deberíamos captar divisas para no endeudarnos. En mi provincia hay suspensiones en las fábricas. La política de tasas altas no nos favorece". Y cuestionó junto a su jefe la merma del financiamiento en ciencia y técnica. "Aprobamos una ley para incentivar este sector y no fue tomada en cuenta", se lamentó.

"El déficit comercial es lógico, esperable, predecible y sano", respondió Dujovne. Y lo adjudicó al costo de los bienes de capital adquiridos para aportar a la reactivación. "No vamos a sumar competitividad devaluando o poniendo un cepo. Queremos ponernos más productivos", anunció el ministro.

Y no se prendió en la interna con Sturzzenegger. "Las tasas altas van a contribuir al cumplimiento de las metas (de inflación). En 2018 la inflación va a ser más baja y eso genera un costo", reconoció.