La Argentina inicia el viernes su presidencia del G20, que tendrá su pico de rating sobre finales del año próximo cuando Buenos Aires reciba a los presidentes de esta mesa "ampliada" del mas nÃtido club de poder global, el G7.
El inicio formal de la extensa agenda de actividades que culminara en la cumbre de jefes de Estado, se producirá este jueves cuando Macri presente en el CCK las prioridades que eligió la Argentina -un derecho del paÃs al que le toca presidir- para esta cumbre. Se trata de un previsible saludo a la bandera con tópicos tan abarcativos como imposibles de entregar un resultado concreto: infraestructura, empleo del futuro y seguridad alimentaria.
El G20 creado en 1999, en rigor tomo relevancia mundial en 2008 cuando fue elegido por los lÃderes de los paÃses desarrollados como el ámbito más apropiado para lidiar con la crisis financiera global. Aunque en rigor la crisis la capeó un club mucho más selecto: El que integraron el presidente de la Fed, Ben Bernanke y sus colegas del Banco Central Europeo, Jean-Paul Tritchet y del Banco de Inglaterra, Mervyn King; bautizados como "Los Alquimistas", en el excelente libro de Neil Irwin.
Como sea, lidiar con los desequilibrios de la economÃa global, que ya habÃan desbordado a las obsoletas instituciones de Bretton Woods, fue el foco del revitalizado G20, que en la urgencia se fijó tres objetivos, hoy postergados: Coordinar la polÃtica económica de los paÃses, transformar al FMI y el Banco Mundial en instituciones útiles y regular el sistema financiero global.
Como bien explico el ex presidente de Mexico, Ernesto Zedillo, en su paso por Buenos Aires par asistir a las jornadas monetarias del Banco Central: Sólo en el ultimo punto hubo un avance real, que encima ahora se pone en duda ante la intención del presidente Trump de empezar a desmontar las regulaciones financieras.
Zedillo cuestionó en esa visita la agenda propuesta por Argentina, porque entiende que agrava la progresiva perdida de foco del G20, cuando lo economÃa global esta muy lejos de ser una orquesta afinada y tiene serios nubarrones sobre el horizonte -de nuevo, por el errático rumbo de la administración de Trump, que por ejemplo, esta a punto de detonar el NAFTA-.
El embajador Pedro Villagra Delgado, que fue designado por el gobierno como "Sherpa" para coordinar los documentos de la cumbre, reconoció en una rueda de prensa realizada este en el CCK, que "el tema financiero sigue siendo el corazón del G20". Sin embargo, de lo poco que trascendió hasta ahora, no se vislumbra ningún debate medular en esa materia. De la reestructuración del FMI y el Banco Mundial, por caso, ya ni se habla.
Clima y acero
En la charla con los medios, Villagra Delgado enfatizó que Argentina como presidente de la cumbre se esforzara por ejercer su rol de "amable componedor". Esto será necesario en los pocos temas rÃspidos que abordara esta cumbre, como el Cambio Climático y un panel sobre la producción global de acero, otra excentricidad ya que el tema es tratado de manera sistemática en la OMC, su lugar natural.
El debate sobre el cambio climático exploto en la anterior cumbre del G20 de Hamburgo, por la negativa de Estados Unidos a reconocer el fenómeno y condenar los combustibles fósiles como generadores de ese inconveniente. Por eso, para evitar rÃspideces, en esta ocasión se decidió divorciar el capÃtulo sobre el clima del de EnergÃa, aunque es evidente su vinculación.
El debate sobre la producción global de acero, que impulsa el lobby de poderosos empresas norteamericanas y del resto del continente -como el grupo Techint-, apunta a combatir los precios de supuesto dumping de China.
La organización del evento demandará un costo inicial de 437 millones para organizar los 43 encuentros previos a la cumbre de jefes de Estado, que según la Unidad G20 que preside Natalia Zang -una colaboradora del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, que fue clave en la creación de la exitosa marca de ropa Rapsodia-, fue adjudicada por licitación a la UTE entre MCI y la alemana Messe Frankfurt.
Se deberá sumar a ese gasto la organización de la cumbre de jefes de Estado y lo que demande la seguridad de todo los eventos. Las discusiones reales comenzaran este fin de semana en una reunión en Bariloche de enviados de los ministerios de EconomÃa y bancos centrales de los paises integrantes, a la que no podrá asistir la prensa.
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