El presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró este martes que "El default nunca va a llegar a Venezuela". Sin embargo, ayer venció el plazo de gracia para el pago del cupón de un bono por un total de 200 millones de dólares de la empresa pública Petróleo de Venezuela S.A. (Pedevesa) cuyo pago no se informó y le valió que la calificadora de deuda Standard and Poor's declarara el default selectivo.

Esto se suma al impago de otros 28 millones de dólares del viernes pasado de otra empresa pública Corpoelec por los que técnicamente, como adelantó LPO, ya había entrado en default técnico. Y resta ver qué sucede con los bonos soberanos.

De momento la bolsa de Luxemburgo suspendió las operaciones de compraventa de los bonos venezolanos con vencimiento de 2019 y 2024. Es que Maduro insiste en negar el default y asgura que cursó los pagos por 1.161 millones de dólares, pero estos están demorados. Por lo que, la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA) aún no resolvió si declara a Venezuela en default.

Al respecto, el vicepresidente de la calificadora Moody's, Jaime Reusche aseguró que "Aunque ha concluido el periodo de gracia para el pago de los bonos de Venezuela con vencimiento en 2019 y 2024 y los instrumentos se encuentran en default técnico, los tenedores aún podrían recibir el pago dentro de los próximos días, tal como indicaron las autoridades. De ser así, esperamos que las pérdidas sean bastante limitadas y, no obstante, seguiremos monitoreando la actividad de pago en los días siguientes hasta el 20 de noviembre, cuando concluye el período de gracia para los bonos con vencimientos en 2025 y 2026."

'Aunque los instrumentos se encuentran en default técnico, los tenedores aún podrían recibir el pago dentro de los próximos días', sostuvo el vicepresidente de Moody's, Jaime Reusche.

"Nuestra estrategia es renegociar y refinanciar toda la deuda externa de Venezuela", aseguró Maduro en una cadena nacional. Y si bien ayer se reunió con todos los acreedores en Caracas, no hubo propuestas concretas de reestructuración de los pasivos lo que a los asistentes al encuentro les cayó como un balde de agua fría.

En Caracas, aseguraron que la reunión fue un muy buen comiendo, y Maduro fiel a su estilo lo calificó de "éxito rotundo" por la asistencia perfecta de los 441 acreedores de Europa, Estados Unidos y otras partes del mundo -que supondrían 91% de los tenedores de deuda venezolana-.

"Pareciera no haberse debatido ninguna propuesta de reestructuración de la deuda clara por parte de las autoridades a principios de esta semana, aunque han prometido cumplir con sus pagos hasta que se alcance un acuerdo por los bonos. La califcación Caa3 de Venezuela y su perspectiva negativa incorporan un alto riesgo de impago y un nivel moderado de pérdidas para los tenedores de bonos", agregó Reusche.

De momento, Rusia fue el único acreedor con el que alcanzó un acuerdo de reestructuración por 3.000 millones de deuda. Mientras tanto, casi el 70% de los tenedores de bonos de deuda venezolana son estadounidenses y canadienses y en ambos países han emitido sanciones contra la República Bolivariana. Puntualmente Washington viene de prohibir a sus ciudadanos y empresas negociar deuda emitida por el Gobierno venezolano y su petrolera de bandera.