En el Gobierno se festejó la caída de Julio de Vido pero causó cierto ruido el operativo cinematográfico que montó la Justicia para detener al ex ministro de Planificación del kirchnerismo.

En Casa Rosada dijeron a LPO que no esperaban el impresionante operativo de Gendarmería en la casa de De Vido de Libertador y Coronel Díaz. Allí, entre las decenas de efectivos, se aglutinaron vecinos que cantaron "Sí, se puede". Pero el diputado desaforado ni siquiera estaba allí.

En el Gobierno creían que la detención debía sucederse como ocurrió luego: con De Vido entregándose en soledad en Comodoro Py y no acorralado por ametralladoras como si fuera un narcotraficante armado hasta los dientes. Incluso esperaban que el ex ministro se entregara mañana.

En ese sentido, en la Rosada creen que la Justicia quiso hacer una demostración a todo el poder político con este show.

Es que la Justicia argentina aparece última en todas las encuesta de imagen por la impunidad de los casos de corrupción.

Por este motivo, hay una decisión desde la Corte Suprema para abajo de revertir esa imagen y por eso dieron rienda suelta a los shows. Los jueces federales ya habían hecho una impactante movida en ese sentido cuando crean una asociación inédita que nuclea a todos los magistrados del fuero federal y amenazaron con un Lava Jato argentino.

En el Gobierno señalaron que Mauricio Macri por el momento evitó opinar públicamente sobre el tema ya que se trata de "un tema de la Justicia".