Era previsible para cualquiera que la conociera. Lilita Carrió, la indomable diputada que alguna vez hizo gala de su rebeldÃa para someterse a las instrucciones de presidentes como Ricardo AlfonsÃn o Fernando de la Rúa, no iba a aceptar mansamente que le metieran un bozal mediático los jóvenes estrategas de comunicación del PRO.
Luego de sus desafortunadas declaraciones en el programa Los Leuco sobre la aparición de un cuerpo que podrÃa ser el de Santiago Maldonado, la conducción de la campaña de Cambiemos le prohibió volver a aparecer en los medios hasta el dÃa de la elección.
No fue una medida apresurada: Fuentes del gobierno porteño confirmaron a LPO que Cambiemos perdió dos puntos en Capital y un efecto similar se insinuaba en la provincia donde la pelea con Cristina Kirchner es muy pareja. Lo más preocupante para el oficialismo es la tendencia.
Por eso, la decisión fue tan terminante que incluso la bajaron sin consultarla de los programas de Mariana Fabbiani de Canal 13 y "Morfi" de Gerardo Rozin en Telefé. En este último caso se dio la situación más violenta porque el conductor cuando entrevistó a Cristina Kirchner anunció que la próxima invitada iba a ser Carrió, entrevista que deberÃa haber ocurrido este jueves.
Lo peor para la diputada es que su presencia fue directamente cancelada desde el comando de campaña, lo que generó un entredicho con RozÃn que pidió que sea la propia diputada la que le cancele el encuentro. Con un agravante, la gobernadora MarÃa Eugenia Vidal si formó parte de ese ciclo, pese a que no es candidata. Y este jueves siguió con su raid mediático.
El doble rasero terminó de enervar a Carrió que este jueves por la noche no pudo más y empezó a destilar su enojo por Twitter. En tres explosivos mensajes encadenados, habló de abandono, se quejó del "mundo polÃtico" y cuestionó a aquellos que la "hirieron".
Lo curioso es que el miércoles habÃa concluido la jornada, ya instrumentado el bozal mediático que reveló en exclusiva LPO, pidiendo perdón a la familia Maldonado por sus declaraciones.
Fiel a si misma, este jueves cuestionó a los que "tergiversaron perversamente" sus palabras.
Pero como suele suceder con Carrió, sus enojos, aún los que parecen surgir de manera más clara desde lo emocional, siempre tienen o anticipan un correlato polÃtico. La posibilidad de una ruptura con el gobierno de Macri es algo que ha sobrevolado -y asustado- a la coalición oficialista prácticamente desde su conformación.
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Parece que a mucha gente le cuesta entender cosas básicas.
Siempre ha sido así Carrió, dicen que burro (en este caso burra) viejo no agarra trote, Carrio lo confirma de la A a la Z.-
En mi caso personal votare la lista 502 de Vamos Juntos, previo corte de la misma en la cual la "desbocada" de Carrio integra la lista de candidatos a Diputados Nacionales.-
Se la creyó; irresponsablemente, pasó por alto que su supuesto posicionamiento, se debió más a la magistral maquinaria de compra de influencias del gobierno, que a sus méritos propios. Su excesiva presencia en los medios, y el marco que le creaban los periodistas para su lucimiento y autobombo, obedecieron a las magistrales sumas que derrama el gobierno, mediante publicidades, contratos, sobres por debajo de la mesa, prebendas, etc., y basta una orden de quien corta el bacalao, para que la defenestren con mayor velocidad que la de su coronamiento.
Pero lo peor, es que este personaje, que pulula por los más diversos ámbitos del estado desde hace décadas, se ha transformado en una insoportable y grotesca caricatura de la identidad que intentaba transmitir, de fiscal moral de la república.