El intendente replica el estilo hiperkinético de quien dice es su mentor en la política: Horacio Rodríguez Larreta. Recibe a LPO en su despacho del primer piso de la Municipalidad, ubicada en el centro de una ciudad que sorprendentemente no presenta diferencias con las zonas más postergadas del Conurbano. Desde ese momento queda claro que Pilar son dos mundos: Los countries híper exclusivos que emulan la campiña inglesa y el resto. Ducoté pasa a un ritmo de vértigo fotos de construcciones ilegales en barrios cerrados: Diques, terraplenes, que desvían los cursos de agua e inundan las casas humildes del otro lado del paredón. "Todos los días descubrimos uno nuevo y vamos con la topadora a demolerlo", comenta.

¿Cómo tomó ser uno de los intendentes de Cambiemos que perdió las primarias?

Salimos 33 por ciento a 34,5 por ciento. Yo quede satisfecho porque logramos mejorar los resultados de las primarias y las generales del 2015. Crecimos en todas las localidades, pero es verdad que fue una elección con menos recursos que ahora, porque veníamos con la cabeza muy en la gestión después de un año difícil, muy duro, que no fue satisfactorio para mí ni para los vecinos. El primer año desilusionamos dramáticamente la expectativa, porque ordenar el Estado implicaba gastar sólo para lo que teníamos fondos. Tuvimos que cortar servicios, cerrar ventanillas de negociados y cobrar impuestos que no se pagaban. No quedaban recursos para invertir. Ahora lo empezamos a dar vuelta, ya bajamos el gasto corriente de un 80 por ciento del presupuesto a poco más del 70 por ciento, los frutos de ese esfuerzo se ven ahora y creemos que eso se va a reflejar en octubre.

Por otro lado, enfrente tiene un adversario poderosos como Federico de Achaval, millonario y joven, con una imagen similar a los candidatos macristas.

Federico parece del PRO pero fue jefe de Gabinete de (el ex intendente peronista, Humberto) Zúccaro, intendente interino de Zúccaro, concejal de Zúccaro. Está muy vinculado a la gestión anterior, pero obviamente no lo quiere mostrar. Nuestra candidata Jésica Bortule es algo así como lo que representaba María Eugenia en abril del 2015. La batalla entre María Eugenia y Aníbal Fernández es la batalla de Jésica y Federico de Achaval. Ella marca un contraste muy fuerte con intereses económicos concentrados y una estructura de poder vinculada al intendente anterior.

¿Qué fue lo más duro de ese primer año?

Las cuentas públicas. Zúccaro me dejo la gestión con la mayor deuda del Conurbano: 330 millones sobre un presupuesto que en ese momento era de 1.500 millones.

Zúccaro me dejó la deuda más alta del Conurbano: 330 millones sobre un presupuesto de 1500 millones. Me pasé un año ordenando internamente la Municipalidad y los vecinos sintieron que no hacíamos nada.

Me pase un año ordenando internamente la Municipalidad, no había procesos. En ocho años sólo se hicieron seis licitaciones publicas. Queríamos cambiar las cosas y no teníamos la capacidad. Cuando quisimos cambiar los horarios de los empleados nos dimos cuenta que no había una base de datos que dijera donde trabajaban, que horario cumplían. Revertir eso nos llevo mucho tiempo y el primer año los vecinos sintieron que no hacíamos nada.

Un trabajo hacia adentro...

Fueron catorce meses largos de preparar el suelo, antes de tirar la semilla. Y no fue fácil lograr que el equipo trabaje en conjunto, primero entre nosotros y después con Nación y Provincia, que también tenían su dificultad en arrancar. El estado municipal acá es frágil y primitivo, uno piensa en Pilar como Vicente López o San Isidro, pero tenemos grandes carencias. Tenemos la mayor cantidad de calles de tierra del Conurbano, 9.500 calles de tierra urbanas. Sólo un 13 por ciento con cloacas y poco más del 20 por ciento con agua potable. Más de 3.000 chicos sin escuelas.

LPOFlorencia Downes

Como los distritos más postergados del Conurbano sur...

Sí, estamos peor que La Matanza, que siempre es como el paradigma de falta de presencia del Estado. Pilar marca además el contraste y la inequidad. Tenemos un problema de integración: un 30 por ciento de la población tiene lo que necesita para vivir y el 60 por ciento está con alguna carencia básica.

Es notable que el problema sea la ausencia del Estado para un distrito con historia peronista ¿Hace cuanto que gobernaba el PJ en Pilar?

Desde siempre, nunca hubo una gestión no peronista hasta nosotros. Pilar tuvo un desarrollo privado muy fuerte, en lo positivo el parque industrial, luego muchos barrios privados, canchas de golf, de polo, universidades privadas. Ahora, en lo público no se avanzó nada. El último hospital inaugurado es de 2001. Pilar creció en 142 mil habitantes y no se abrió una cama. Con las escuelas nos pasó lo mismo. Somos un distrito que ha crecido mucho, pero la infraestructura no acompañó.

¿Macri, Vidal conocían esta realidad de Pilar, más allá de los countries?

Creo que no y creo que todavía cuando ven el resultado electoral preguntan: "¿Por qué no ganamos Pilar? Y lo comparan con San Isidro o Vicente López. Y yo trato de decirles: Hay que compararlo con José C. Paz, con Moreno, con Merlo. Yo estoy en la zona norte sólo por la Panamericana, que da una curva enorme. Pero esto es casi zona oeste, en términos de la realidad e incluso de la cultura política.

Macri y Vidal cuando ven el resultado electoral me preguntan: "¿Por qué no ganamos?" Y lo comparan con San Isidro,  Vicente López y yo trato de decirles: "Hay que compararlo con José C. Paz, con Moreno, con Merlo. Yo estoy en la zona norte, sólo porque la Panamericana da una curva enorme.

¿Para Macri y Vidal es importante Pilar?

Sí, es uno de los distritos que más han visitado. Son muy conscientes de lo que implica poner un pie de Cambiemos en medio de José C. Paz, Malvinas, Moreno, Merlo, Escobar, rodeados por el Frente para la Victoria. Estamos convencidos que si hacemos una buena gestión el vecino de los otros municipios va a decir "yo quiero ese cambio en mi ciudad".

Ahora es muy fuerte, casi como metáfora de la deriva argentina de las últimas décadas, un distrito que en los noventa fue símbolo de progreso, incubaba toda esta contratacara al fenómeno de los countries...

Es así y en ese contraste y esa inequidad, había un rol crítico para el Estado, que no se ocupó. Por ejemplo, cuando un privado hace una planta de tratamiento para un barrio privado de cinco mil personas, al Estado le cuesta apenas un 10 por ciento más que atienda a otras cinco mil personas del otro lado del paredón. Lo mismo las obras para que les llegue el gas, que no incluyeron el servicio para los barrios adyacentes.

O si va a aprobar un barrio cerrado, que no pase como ahora que los vecinos para ir de una punta a la otra, tienen que dar toda la vuelta.

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Es difícil imaginar una acumulación tan ostensible de excepciones, sin altos niveles de corrupción...

Sí, no hay otra manera de explicar lo que pasó. Porque Pilar tuvo crecimiento y riqueza, porque todos esos barrios privados pagan impuestos y casi no reciben servicios de la Municipalidad. Entonces ¿a dónde fue toda esa plata?

¿Cuándo se inicia ese proceso de desigualdad extrema?

En los noventa, cuando llega la Panamericana. Para mucha gente Pilar era un lugar para instalarse, hacer su casa y tener más calidad de vida, cerca de la Capital. En esa época estabas a 40 o 45 minutos, todavía no existían los embotellamientos de las horas pico. Los hijos de los que vivían en San Isidro o Vicente López, por menos plata podían tener una casa en Pilar. Se transformó en un lugar aspiracional, la capital del Polo, surgieron muchos desarrollos. El parque industrial terminó siendo el más grande de la Argentina. Pero no se logró una ecuación donde todo ese progreso volcara también sobre los sectores más postergados.

Encontramos un Estado débil o bobo que no se metía con los intereses de los poderosos. Todos los días tengo un conflicto con los barrios cerrados y eso nos generó muchísimos costos con nuestro electorado.

¿El intendente de Pilar tiene poder como para balancear los intereses que juegan en Pilar, desarrolladores, grandes empresas?

Son peleas fuertes y tengo 5 concejales de 24, con lo cual cambiar las reglas de juego no es fácil. La mayor corrupción de Pilar fue dejar el Código de Planeamiento como estaba en 1984, cuando era todo campo. ¿Entonces como desarrollaron todo? Con excepciones. Por eso, hace 18 meses que estamos trabajando con la Facultad de Arquitectura de la UBA en un código de planeamiento nuevo, que vamos a presentar en treinta días.

Usted viene del PRO, un partido que se lo identifica con el perfil prototípico de los vecinos del country. Y se encuentra que tiene que tomar decisiones, abrir calles, derribar terraplenes, etc, contra lo que parece su propia base electoral ¿Sintió algún costo por esto?

Muchísimo. Son votos míos y en casi todos los barrios cerrados tengo un conflicto de una calle que tomaron y se la quedaron o juicios porque no pagan determinados impuestos. Encontramos un barrio privado de 179 casas que figuraba como terreno baldío. Acá había una lógica de un estado débil o bobo que no se inmiscuía con los intereses más poderosos. Ordenar Pilar generó discusiones con el electorado propio.

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¿Qué es lo más grave que generó ese crecimiento anárquico?

Primero, la falta de planificación que habilitó zonas de mayor densidad poblacional sin servicios, asfalto, ni transporte público. Segundo, no había ni siquiera una dirección de hidráulica. El río Luján atraviesa Pilar, con un agravante, llega casi sin pendiente, no escurre y por eso se inunda fácil. Acá se construyó en zonas inundables y se optó por rellenar, entonces esa agua tapaba otros barrios. No hubo ninguna planificación. Durante un año estudiamos la situación con el equipo de la Universidad de La Plata para que hagan el plan hidráulico de Pilar. Ya empezamos 33 obras, pero hacen falta 700. Y la provincia tiene que hacer la más grande que es el río Luján, que por suerte la gobernadora inicia en marzo y va a abarcar 15 municipios.

¿Cuánto cuesta completar ese plan hidráulico y cuanto tiempo llevaría?

Unos 2.800 millones de pesos, que es casi el presupuesto anual de Pilar. Este año estoy invirtiendo 80 millones, el año que viene otro tanto y así seguiremos durante 10 o 15 años. Necesitamos que la provincia y otros organismos nos ayuden. Si logramos que el 1 de julio del año próximo Pilar pase a Aysa, eso nos va a ayudar. En dos mandatos queremos llegar al 70 por ciento de cobertura de cloacas.

¿La seguridad que golpeó tanto su gestión como está?

Los primeros meses fueron terribles. Yo tomé una decisión parecida a la de María Eugenia de pedir mucho cambios de policías, que teníamos razones para creer que estaban en connivencia con el delito. Y eso cambios tuvieron sus consecuencias.

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¿Fue real la epidemia de secuestros de niños a la salida del colegio como circulaba en audios de whatsapp?

Hubo una parte de picardía política de gente que quería generar miedo. Recuerdo que cruce un audio con Julio Garro (intendente de La Plata) y era el mismo relato de la camioneta blanca afuera de la escuela, cambiando los distritos. Pero sí hubo hechos y no se pueden minimizar. Hubo robo de vehículos donde llevaban a la persona hasta José C. Paz, en lo que es casi un secuestro. Pero casi todos terminaron aprendidos.

Cambiamos el 70 por ciento de los comisarios. Acá operaban cinco policías distintas que no se hablaban entre sí. Los integramos en un nuevo centro de operaciones, también con Gendarmería, y un solo mapa del delito. Y empezaron a bajar los índices.