La reunión entre la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña y los centros de estudiantes no sirvió para apaciguar los ánimos y por ahora continuarán las tomas de colegios. La funcionaria se mantuvo firme sobre la reforma que pretende aplicar a partir de 2018 y por eso los alumnos convocaron a marcha para el viernes próximo.

"Estamos todos de acuerdo en que hace falta una reforma en la escuela secundaria, en este sentido los invité a seguir trabajando en reuniones a partir del lunes en el Ministerio, organizándonos en las ocho regiones del sistema educativo de la Ciudad. Nuestro objetivo es poder incorporar todas las sugerencias que hagan falta", señaló Acuña en una conferencia de prensa.

Con el defensor del pueblo Alejandro Amor cómo mediador casi 300 personas participaron de la cita. Sin embargo, según pudo saber LPO, la reunión estuvo marcada por una tensión constante. "Pareció una tomada de pelo, no respondió nada. Habló solo de generalidades, hizo una presentación que fue muy ambigua", apuntó Federico Echagüe presidente del centro de Estudiantes del Normal 1.

La ministra llegó rodeada de varios guardaespaldas y firmó un acta que luego fue modificada, por eso el documento final no tendrá ninguna validez. "Cuando pedimos una prórroga del proyecto para tener más instancias de debate ella se mostró muy firme y dijo que seguía adelante. No nos deja nada tranquilos. Es muy poco lo que se puede construir en cuatro meses", agregó Echagüe.

Mateo Turne, presidente del centro de estudiantes del colegio Julio Cortázar cree que "por ahora las tomas van a seguir porque de la reunión no salió nada productivo". Los estudiantes le habían pedido un año de prórroga para poder debatir la reforma en profundidad.

El legislador porteño Juan Pablo Arenaza se posicionó como un segundo mediador entre Amor y los estudiantes, pero ese rol le duró poco. Cuando los alumnos comenzaron a darse cuenta de que elegía arbitrariamente a los ordadores en lugar de respetar la lista, le quitaron el micrófono y el diputado oficilista debió abandonar la reunión.

En la conferencia de prensa la ministra volvió a culpar a la "izquierda" y al "kirchnerismo" de fogonear las tomas e incluso de colaborar con "comida y transporte" para que los jóvenes puedan mantener la ocupación de los colegios. "Pregunténle a los legisladores opositores qué piensan de las tomas", le propuso a los periodistas en una especie de reversión del "qué Baradel diga si es kirchnerista" de María Eugenia Vidal.

Acuña anunció que habrá reuniones en las ocho regiones que conforman el mapa educativo de la Ciudad para poder dialogar sobre la reforma y por eso los estudiantes la acusaron de querer "atomizar" el debate.

"La Ley Nacional de Educación habla de prácticas educativas, que son espacios fuera de la escuela donde los chicos van a seguir aprendiendo respetando la orientación de cada colegio. Esta propuesta respeta el estatuto docente y de las condiciones laborales, y no implica achicamiento de la planta docente", dijo Acuña sobre el proyecto que pretende comenzar a implementar en 2018.

Una fuente que pudo leer el documento que prepara el Ministerio de Educación sobre la Escuela del Futuro aseguró a LPO que se había reducido de forma notoria el tiempo dedicado a las "prácticas educativas" que en teoría iban a insumir medio año y que el gobierno había dado marcha atrás en varios de los temas que generaban controversia.

"Ignoraba las preguntas, les decía a los pibes ‘tranquilos, tranquilos' y los pibes se sacaban más. Parecía que buscaba provocarlos. No puede ser que haya una reforma educativa en la que no se consulta mínimamente a alumnos y docentes", le comentó a este sitio uno de los padres presentes en la reunión con Acuña.

La pasada semana Acuña mantuvo un encuentro con alumnos porteños y luego del encuentro, dos de las escuelas que participaron de la cita fueron ocupadas. ""Mientras esté la escuela tomada no hay posibilidad de diálogo. Pero si levantan las tomas los recibimos mañana", habían dicho desde Educación para justificar la ausencia de los centros de estudiantes de los colegios en conflicto.

El tema escaló en los últimos días e incluso el alcalde porteño Rodríguez Larreta aseguró que una toma "es negar la educación". Más allá de sus dichos y con la espalda que le dio el triunfo en las PASO por más del 50% de los votos, por ahora Larreta sostiene Acuña a pesar de que el conflicto generó preocupación en el Ejecutivo.

La ministra también participará mañana de una reunión en la Comisión de Educación de la Legislatura.

En medio de las tomas, un funcionario no identificado del Ministerio de Educación había enviado a todos los colegios porteños un instructivo para las tomas que fue anulado por la Justicia luego de una presentación de los asesores tutelares porteños Gustavo Moreno y Mabel López Oliva.