El tremendo sismo que golpeó fuerte a la Ciudad de México, Morelos y Puebla, sorprendió al presidente Peña Nieto a punto de aterrizar en Oaxaca, donde viajaba este martes para seguir supervisando las tareas de asistencia a las víctimas del terremoto de hace quince días. 

Enterado de la gravedad de la situación en la capital del país -que justo hoy recordaba a las víctimas del terremoto de 1985-, ordenó regresar de inmediato a Los Pinos, donde se puso al frente del operativo de contención de la crisis.

Antes de aterrizar en la base de Santa Lucía, el presidente pidió sobrevolar la Ciudad de México, para tener una primer imagen de la magnitud del desastre.

Convocó al Comité Nacional de Emergencias y luego de ordenar que el Ejército se sume a las tareas de asistencia a la población, activó el Plan Mx, de contención de desastres.

Dispuso también que las dependencias del IMSS y el ISSSTE se abran a toda la población y se evacuen los hospitales afectados por el sismo.

A través de su cuenta en Twitter pidió además a la gente que al llegar a su casa, revise los daños y apague la luz y cierre las lleves de gas en sus viviendas. Así como a la población en general que evite circular en calles y avenidas, para permitir el paso de ambulancias y bomberos, algo que hasta ahora no ha ocurrido.