La reapertura de Mefro Wheels fue festejada por el gobierno provincial, la UOM y los dueños de Cirubon, la firma que se hizo cargo de la única fábrica de llantas de acero del paÃs y calculan que en 45 dÃas comenzará a producir nuevamente.
El proceso, que derivó en el final feliz para un centenar de trabajadores, no estuvo exento de vericuetos y tensiones entre los actores que intervinieron. La PolÃtica Online accedió a los detalles de las negociaciones que duraron más de 6 meses.
En febrero pasado, los 170 operarios de la fábrica de llantas se enteraron que la firma de capitales alemanes cerraba sus puertas. HacÃa tiempo que los dueños sospechaban que la gerencia local no estaba llevando una buena administración.
"HabÃa más caciques que indios" era el dicho corriente de quienes conocÃan la empresa. Los CEOS cobraban sueldos entre 180 a 200 mil pesos mientras que las deudas al fisco, trabajadores y proveedores se acumulaban.
Cansados de la situación, los germanos comenzaron a analizar otros destinos. La apertura de las importaciones del macrismo fue la oportunidad que les permitÃa cerrar la fábrica sin perder mercado ya que podÃan proveer a las terminales automotrices con lo producido en la casa matriz.
Con esta idea, Mefro vendió la mayorÃa del paquete accionario al inglés Wolf Waschkuhn quien quedó al frente de las negociaciones para la venta aunque fuentes al tanto de la operación indicaron, en diálogo con LPO, que "el Lobo", como se lo bautizó en Rosario, en realidad era un "hombre de paja" como se los conocen a aquellos testaferros encargados de liquidar las empresas.
A pesar de los esfuerzos de la UOM y los trabajadores, que durante dos meses no cobraron el sueldo para destinar esos fondos a la compra de materias primas y poder seguir produciendo con la idea de orientar el proceso hacia una expropiación y formación de una cooperativa, los titulares estaban dispuestos a cerrarla.
En ese momento fue clave la intervención del gobierno de Santa Fe que a través del ministro de la Producción, Luis Contigiani, y el propio Miguel Lifschitz pusieron el tema en agenda para evitar su cierre.
El gobernador aprovechó un viaje oficial a Inglaterra para reunirse con Waschkuhn y su abogado, el argentino Carlos Mack quien vive hace varias décadas en el Reino Unido. A ellos, Lifschitz les expresó la necesidad de encontrar una salida diferente a la clausura de la industria.
Además en la comitiva viajó el titular de Cirubon, una autopartista radicada en Villa Gobernador Gálvez propiedad de la familia Cicarelli, que era la empresa más interesada. A partir de allà comenzaron las duras negociaciones y el andamiaje judicial para salvarla.
La batalla judicial
Con un actor local interesado en comprar la fábrica, los esfuerzos se centraron en, convencer a Waschkuhn de vender y por otro lado, armar una estrategia judicial para concretar el concurso preventivo.
A pesar de las promesas, en la UOM veÃan que Waschkuhn no presentaba mayor interés en la venta. "Nuestra mayor preocupación era que los titulares querÃan bajar las persianas y hasta habÃan ofrecido ceder la propiedad, eso nos dio mala espina" reconoció a este medio el abogado del gremio metalúrgico, Pablo Cerra, autor de la estrategia judicial.
A su vez, Cerra tenÃa la convicción que lo más conveniente para la reapertura era necesario que el concurso se llevara adelante en Rosario, sin embargo, Mefro optó por llevar el conflicto a los tribunales porteños.
Para eso, la firma alemana contrató al poderoso estudio AlegrÃa pero una semana antes del concurso optaron por cambiar de patrocinador. La justicia se desentendió del proceso y ordenó que se tramite en Rosario. Según fuentes tribunalicias, el cambio de buffet jugó en contra de los germanos.
Por otro lado, apenas iniciado el conflicto, el Concejo Municipal de Rosario aprobó dos ordenanzas claves que trabaron el cierre de la firma de manera inminente: se determinó que el predio sólo podÃa ser utilizado para uso industrial y se congeló durante 180 dÃas cualquier acto administrativo para operaciones inmobiliarias (ver recuadro)
Un capÃtulo aparte en esta historia se escribió en el hotel céntrico Riviera donde el 28 de junio, luego de varios desencuentros entre los interesados, se dieron cita los titulares de Cirubon, los representantes de Mefro Wheels y el abogado de la UOM para tratar de llegar a un acuerdo.
Sin embargo, cuando llegaron los hermanos Cicarelli y Cerra, el abogado de los metalúrgicos, observaron que los representantes ingleses bajaron con sus respectivas valijas. La irrupción del recepcionista del hotel en la mesa anunciando que en 15 minutos llegaba el remisse solicitado despejó todas las dudas: no habÃa mayor interés de parte de los vendedores en concretar la operación.
"Vamos a buscar nuevo inversores" sostuvieron los de Mefro. El cambio en las condiciones indignó a los Cicarelli y la salida para su reapertura parecÃa empantanarse. Rápido de reflejos, el abogado de la UOM llamó a Antonio Donello, el Secretario General y en pocos minutos se juntaron más de 500 trabajadores que bloquearon el ingreso del hotel.
En menos de diez minutos llegaron a un acuerdo respetando las condiciones previas y Cirubon se hizo cargo de la única fábrica de llantas que tiene el paÃs. Pasadas las tensiones, Waschkuhn le escribió una carta al gobernador Lifschitz y al ministro Contigiani para agradecerle el trabajo y el compromiso en el salvataje de la empresa.
Ahora, desde la UOM confÃan en que el gobierno nacional entable conversaciones con las distintas terminales automotrices que operan en el paÃs para que Cirubon vuelva a ser la proveedora de llantas.
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Luego de hacerse pública la intención de la firma alemana de dejar Rosario, el Concejo Municipal, por iniciativa del edil Eduardo Toniolli, apuraron dos ordenanzas que fueron claves para que los titulares no puedan desprenderse rápidamente de la industria:
"Observamos algunas maniobras que venÃa llevando adelante la casa matriz alemana, entre ellas la de intentar vender vÃa internet el predio de la planta de calle Ovidio Lagos" sostuvo Toniolli en diálogo con LPO.
Alertados de ello por la Unión Obrera Metalúrgica, el concejal del PJ impulsó dos ordenanzas: "una cambiando los indicadores urbanÃsticos del predio de la fábrica para que solo pudiera ser destinado para uso industrial, limitando las maniobras de la casa matriz, y la otra congelando durante 180 dÃas cualquier acto administrativo municipal orientado a operaciones inmobiliarias" explicó el concejal.