Diez días le duró el gusto al recién despedido director de comunicaciones de la Casa Blanca. Hoy el New York Times adelantó que el general John Kelly, nuevo Jefe de Gabinete de Donald Trump, le habría notificado a Anthony Scaramucci su despido desde el momento en que fue confirmado para la posición el viernes pasado.

Scaramucci estaría rompiendo el récord impuesto hace unos meses por el general Michael Flynn, quien ocupo el cargo de asesor de seguridad nacional apenas por 24 días, antes de verse forzado a renunciar por mentir sobre sus nexos con el Gobierno de Vladimir Putin durante la elección presidencial.

El despido llegó días después de que Scaramucci insultara a Reince Priebus, el entonces Jefe de Gabinete, durante una entrevista con un periodista de la revista New Yorker. Priebus, quien abandonó la administración el viernes pasado, se negó a hablar mal de the Mooch, como era llamado en los medios el también banquero.

La llegada de Scaramucci provocó la renuncia del Secretario de Prensa Sean Spicer, personaje cercano al establishment republicano y que entró a la Casa Blanca por recomendación de Priebus.

La solicitud de despedir a Scaramucci, según reportó el Times, habría venido directamente de Kelly, quien hasta la semana pasada sirvió como Secretario de Seguridad Interior, encargado entre otros temas de la seguridad migratoria.

Durante la entrevista casual con el periodista del New Yorker, Scaramucci llamó a Priebus un "maldito paranoide esquizofrénico", y lo acusó de haber bloqueado durante seis meses su arribo a la Casa Blanca. De igual modo Trump ha sido criticado por la forma en que salió Priebus y entró Kelly. El ex Jefe de Gabinete, según reportes del pool de medios que sigue a Trump, se habría enterado de su despido cuando -sentado en una Suburban del convoy presidencial, camino a la Casa Blanca-sus dos acompañantes se habrían bajado de la camioneta para que ésta lo llevara a otro destino.

Se reportó en varios medios también que Trump esperaba que Priebus se defendiera con la misma agresividad de los ataques públicos de Scaramucci, sin embargo, el republicano viene de una escuela política más tradicional.

Con su salida y la de Spicer, y el virtual aislamiento que Trump le ha aplicado al Fiscal General Sessions, la administración de Trump se queda sin representantes del establishment republicano serio. El presidente se ha rodeado de generales y banqueros de Wall Street. De confirmarse la salida de Scaramucci, el origen de su potencial reemplazo enviará un mensaje poderoso. Aún no hay rumores de quién ocupará la nada envidiable posición de Director de Comunicación de la Casa Blanca más caótica de la que se tenga memoria.