El presidente Mauricio Macri habló durante 20 minutos en La Rural en una tribuna en la que se destacaron las presencias de Luis Miguel Etcehevehere, Juliana Awada, Horacio RodrÃguez Larreta, MarÃa Eugenia Vidal y Ricardo Buryaile.
De inmediato, el presidente hizo mención a un pedido de los dirigentes rurales: "Estamos preparando una reforma impositiva en todos los niveles de gobierno", dijo Macri en la pista central del predio de Palermo donde estuvo LPO.
"En las economÃas regionales está más del 50% del empleo y la Ley Pyme es un instrumento que reduce impuestos para dar capital de trabajo. Tenemos más de 800 mil Pymes y se anotaron 300 mil. Con esto pueden seguir creciendo", indicó Macri.
"La economÃa empezó a crecer, pero a muchos no les llegó este crecimiento. Necesito más inversión, tecnologÃa, agregar valor y aceptar el desafÃo de pasar de ser el granero al supermercado del mundo", señaló el presidente.
Ante una tribuna vacÃa de dirigentes opositores, Macri se metió de lleno en la campaña: "No puedo creer que vengan a plantear soluciones los mismos que cuando gobernaron nos llenaron de problemas. Hay que echar a las mafias".
Sobre las obras de infraestructura, el presidente manifestó que "hemos puesto en marcha más de 20 mil kilómetros de caminos y autopistas que se hacen entre 20% y 50% más barato. Nunca más las obras serán sinónimo de corrupción".
En su discurso, Macri destacó el crecimiento del campo, el récord de la cosecha y elogió a los productores. "Nos llenaron de buenas noticias. Las 12 millones de toneladas adicionales son 400 mil viajes más de camiones", aseguró.
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Hay que tener un poco de principio de realidad. Los mejores alimentos que se pueden conseguir en el mejor supermercado son importados: los mejores quesos son francese, la mejor pasta seca es italiana, los mejores embutidos son españoles, la mejor cerveza es belga, el mejor wisky escosés, incluso hasta las mejores galletitas y chocolatos son importados.
Debemos comenzar por reconocer que nuestra industria alimenticia está lejos de los mejores estándares internacionales. Una vez que nos alejemos de ese mito berreta de que somos o podemos ser un supermercado del mundo, tal vez podamos comenzar a pensar en desarrollar industrias y serivicios conexos que es lo único que puede garantizar prosperidad económica para todos los argentinos.
La corta iedeología del tarambana dice, aggiornando el discurso del primer centenario, que ahora tenemos que pasar de ser el granero del mundo al supermercado. Detrás, no hay ninguna política industrial al estilo del primer Perón o, incluso, al modo de Frondizi, porque los excedentes del campo (por lo menos de este "campo") se destinan a la especulación financiera y la fuga de divisas.
No se está hablando, por ejemplo, de lo que hizo Nokia en Finlandia, que era (y es) una empresa agrícola del sector forestal y terminó fabricando celulares. La "tecnología" que reclama Macri es sólo la que permite el "abre fácil" de las latas estilo "Bonduelle".
Un gran productor y exportador de alimentos no desecharía sus ventajas comparativas, pero eso no implica la inexistencia de un gran sector industrial con tecnología de punta. El mayor exportador de alimentos es la Unión Europea. ¿Creen, acaso, que Alemania o Francia son países atrasados?
Macri tiene el discurso de la oligarquía de 1910 (que por lo menos hablaba mejor que él) y nos condena a ser un mero exportador de materias primas dentro de la división internacional del trabajo. Eso sí: ahora le agregó eso de ser un gran supermercado.