Cristina Kirchner reunió esta tarde unos 30 intendentes de la provincia de Buenos Aires, quienes ratificaron su liderazgo y solicitaron lista única para la provincia de Buenos Aires.

"Hemos hablado de un peronismo unido en defensa de nuestra gente, la sociedad y el pueblo de la Provincia, y que tiene que ser el opositor a estas medidas de ajuste. Creo plenamente en la unidad ", simplificó Verónica Magario, de La Matanza, al salir del encuentro en el Instituto Patria, donde sólo llegaron kirchneristas puros, como Mario Secco (Ensenada) y Jorge Ferraresi (Avellaneda).

Según supo LPO, para dentro de unos días el presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza volverá a reunirse con los más díscolos de los grupos Esmeralda y Fénix y una vez limadas las asperezas que quedaron luego que el martes pasado plantaran a Máximo Kirchner en un acto en San Telmo, se avanzaría sobre un encuentro ya con todos con Cristina.

El detonante de la pelea de San Telmo fue la presencia de Luis D´Elía, Amado Boudou y Martín Sabatella. En ese momento hubo reproches cruzados: Pero lo cierto es que las invitaciones habían estado a cargo de Secco, Ferraresi y Andrés "Cuervo" Larroque, quienes se excusaron en haber convocado a los 9 partidos del FpV-PJ, entre ellos Miles, de D'elía. "Boudou se coló", fue la explicación sobre la presencia que más molestó.

En la reunión de este martes, Cristina planteó dos escenarios posibles: Si hay unidad de todos los sectores, incluído Florencio Randazzo, ella podría dar un paso al costado. Ya se habla en ese sentido de la fórmula Magario-Randazzo, claro que esa ingeniería no cuenta con el visto bueno del ex ministro de Transporte, que insiste que irá a las PASO como sea. "Ya sabemos como termina esto, con Wado dictando la lista por teléfono y no vamos a aceptarlo", afirman cerca del hombre de Chivilcoy.

Del otro lado, prefieren dejar el tema Randazzo para más cerca del cierre de lista, mientras se concentran en restaurar la unidad resquebrajada en San Telmo. El primer paso ya lo dieron: Martín Insaurralde acordó con Espinoza dejar las broncas de lado, pelear por la unidad peronista y postergar los debates por la gobernación para 2019.

Fue lo que hablaron hoy los alcaldes ultras K con Cristina, que según afirmaron a LPO los que hablan con ella seguido: "Ahora la vemos con más ganas de ser candidata. En el verano no quería saber nada, pero en las últimas semanas cambió".

Acaso por eso, esta noche empezaron a pegar afiches con su cara e insinuando una candidatura bajo el lema: "El sol del 25 viene asomando".

La idea de sumar a Randazzo prevalece entre los intendentes y tratan de convencerlo con argumentos utilitaristas : "En el mejor de los casos, si saca minoría, sólo lograría 3 legisladores provinciales", cuantifican en el PJ.

Esto es con el esquema de la minoría metiendo un legislador de cuatro, pero por estas horas se negociaba una modificación al reglamento para que sean dos y uno. De cualquier manera a Randazzo no le preocupa esa cuenta: "Esta es una pelea por el liderazgo del peronismo mirando la presidencial del 2019, si perdemos nos barren", se sinceran cerca del ex ministro.

Mientras tanto, Espinoza tiene otro problema a resolver entre los intendentes de la primera sección: Ariel Sujarchuk (Escobar), Gustavo Menéndez (Merlo) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) pelean por un lugar en la cima de la lista de senadores provinciales de su sección.

El problema es que el FpV-PJ difícilmente consiga más de 3 bancas y una será para La Cámpora, si Cristina finalmente es candidata. Y ninguno quiere ceder. Esa tensión alimentó los cruces de San Telmo.

Como sea, este martes la mayor parte de los intendentes que frecuentan a Cristina creen que está mas cerca de la candidatura, pero imaginan que no lo anunciará hasta 48 horas antes del cierre de listas, previsto para el 24 de junio.

Para evitar fantasmas y garantizar la unidad, Cristina ya les dijo que está dispuesta a cerrar las listas días antes del cierre oficial. Es que los intendentes temen que los lleve hasta el final, para terminar imponiendo la mayoría de los nombres como hacía cuando estaba en la Casa Rosada y Wado de Pedro era su mensajero en los cierres.