El volumen de Lebacs está 20 puntos porcentuales por encima de lo que esperaba el Gobierno. De acuerdo a los pronósticos del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, a esta altura del año la cantidad de Letras del Banco Central (Lebacs) no llegarÃan al 100% de la Base Monetaria y hoy representan el 104% y el 120% si se suman los pases pasivos. Pero además representan el 8,5% del PIB sin contar los pases.
Y aunque no llega al 22% sobre el PIB que ha sabido alcanzar Uruguay u otros paÃses de la región cuando aplicaron a principios de la década pasada su propio programa de metas de inflación, son $830.000 millones de letras que crecen a una velocidad cada vez mayor a la vez que la inflación también se escapa de la meta.
En enero, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, habÃa asegurado que emitirÃa Letras del Tesoro en pesos para que el Banco Central no tuviese que ser el único buscando corregir la presión inflacionaria del déficit fiscal, pero hasta el momento estos instrumentos no se implementaron y son varios los analistas que reclaman más injerencia de Hacienda y de Finanzas para que las Lebacs no se conviertan en una bomba de tiempo.
LPO consultó a Diego Giacomini, economista director de la consultora EconomÃa y Regiones, quien advirtió que Sturzenegger se enfrenta a una tarea complicada por demás al buscar reducir la inflación: primero, porque sus colegas economistas lejos de respaldarlo, cuestionan el programa de metas de inflación, pese a que "en todo el mundo ya se aplicó y funcionó". Segundo, porque el Gabinete tampoco lo acompaña y -como explicó LPO- solo Macri lo apoya.
"Argentina entre 1942 y 2015 -salvo el periodo de la convertibilidad- tuvo una inflación anual promedio del 170% y la expansión monetaria en ese mismo perÃodo fue de 175% anual promedio. Durante la hiperinflación de 1989, la inflación fue del 4.923% anual y la expansión monetaria fue del 5.080% anual. En los dos mandatos de CFK de punta a punta la inflación fue del 517% y la expansión monetaria fue de 530%. ¿Qué más hace falta para que los economistas argentinos entiendan que la inflación argentina es un fenómeno estrictamente monetario?", se pregunta Giacomini.
"La inflación es como la peste bubónica o la tuberculosis: enfermedades que en el mundo ya se curaron. Y del mismo modo que la medicina encontró la cura para la tuberculosis, la economÃa encontró la cura para la inflación. Acá, los economistas son la peor parte del problema, son como 'malos médicos' que se niegan a reconocer que existe una cura para esta enfermedad, que es la polÃtica monetaria contractiva, y por ende la desestiman como el instrumento idóneo para enfrentarla. Por eso seguimos siendo uno de los pocos paÃses del mundo con elevada inflación", agrega el economista.
Se suma a esto que cuando en 2015, Macri decidió que aplicarÃa una polÃtica de metas de inflación con tipo de cambio flotante si ganaba las elecciones, su equipo le aseguró que tendrÃa una rápida aunque gradual reducción del déficit y financiamiento externo barato para sostener la transición. Sin embargo, de la original meta fiscal de 0,3% del PIB déficit fiscal primario para 2019, Dujovne reconoció que a lo sumo llegarÃan al final del mandato al 2,2% del PIB. Además, el financiamiento resultó más caro de lo esperado por el Brexit, la asunción de Trump y la crisis de Brasil. "Y mientras tanto, el único que parece estar siguiendo la parte del trabajo en equipo que le tocaba es Sturzenegger", agrega Giacomini.
"Hay que entender que las Letras son el resultado de la esterilización de la emisión monetaria excedente para asistir al Tesoro primero y ahora se suman las que emite porque le piden que compre los dólares de la emisión de deuda externa que encara Caputo. La consistencia de esta emisión depende de dos cosas: primero, que si te pido que compres dólares, no puedo pedirte que también esterilices adelantos transitorios -por más que el Tesoro venga pidiéndole al Banco Central cada año un 0,5% del PBI menos de asistencia, sigue siendo una cantidad significativa de pesos a esterilizar-. Y segundo, como las Lebacs son de origen fiscal, ergo deberÃa ser obligación de Hacienda y Finanzas desarmar la bolsa de Lebacs. DeberÃan canjearlas por Letes largas, Boden u otro bono largo del Tesoro mediante un swap. Es una cuestión de honestidad intelectual y moral", propone el economista.
En ese marco, el Banco Central sigue enfrentando vencimientos de Lebacs muy voluminosos como el de la semana pasada que representó el 62% de la Base Monetaria y esto ya genera preocupación en el Gobierno. Por eso, Sturzenegger buscar darles respaldo comprando reservas internacionales que engrosen la hoja de balance también por el lado de los activos.
"Vayamos por partes. En primer lugar es verdad que el crecimiento ayuda a desarmar Lebacs, pero no es la única manera. Supongamos que mañana se da vuelta el mercado y empieza a vender Lebacs y a comprar dólares para irse, como el Central tiene respaldo en dólares, no serÃa para problemas. Incluso podrÃa terminar ganando, porque los dólares los compró a un promedio de $14 y los vende -por decir un número- en $17. Esto te da seguridad. Por otro lado, hoy se emite más para Finanzas que para Hacienda. Como Dujovne va a seguir pidiendo adelantos transitorios, Caputo deberÃa hacerse cargo de las Lebacs que obligó a Struzenegger a emitir. Hay que ser ético, moral y técnico", remarca Giacomini.
Sin embargo, LPO pudo confirmr de fuentes al tanto de este debate, que es el propio Caputo quien no cree conveniente pasar el déficit cuasifiscal a déficit financiero.
"Si esto sigue asÃ, Sturzenegger va a tener que seguir emitiendo por ambas ventanillas y engordando el balance para darle tiempo a Dujovne a reducir el déficit financiero y no me canso de repetir financiero, el total, el primario más los intereses de deuda. Porque lo que se gana al dejar de financiar el déficit con emisión monetaria es una oportunidad. Es la chance de bajar transitoriamente la inflación y darle orden a la economÃa para crecer y para ordenar sus cuentas fiscales", destaca Giacomini.
"Es como si te pidieras un dÃa de estudio en el trabajo y en vez de estudiar lo usas para pavear. Al terminar el dÃa, no estudiaste nada y además te perdiste la oportunidad de estudiar porque no hay más dÃas libres antes del examen. Esto es igual: se compra tiempo, pero si (Dujovne y Caputo) no hacen los deberes y bajan el déficit financiero, va a volver a saltar la inflación porque no puedan renovar las Lebacs o se el agote el financiamiento externo", advierte el economista y concluye que en ese escenario, la experiencia de Macri "nos dejarÃa con más deuda, más inflación y menor PBI per cápita".
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Qué curro divino, mamá !!