Emilio Monzó admitió a los gremios navieros que Nicolás Dujovne tiene frenada la ley de marina mercante, porque teme profundizar el déficit fiscal.

El presidente de la Cámara de Diputados recibió en su despacho a los líderes gremiales que el martes amenazaron con paralizar los puertos si no se sanciona la ley. Llegaron acompañados junto a Juan Carlos Schmid, miembro de la conducción de la CGT.

Schmid es el histórico líder del gremio de bragado y balizamiento y preside además la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra).

"Hay que entender que el mundo ya se repartió las banderas para los barcos de ultramar y esto se trata de ser competitivos en la región", sugirió en la reunión.

Como explicó LPO, la ley busca promocionar la construcción de barcos en el país mediante la baja de impuestos y las facilidades para importar componentes.

Fue aprobada en noviembre en el Senado junto a otra para promocionar la industria naval, tras una manifestación de los gremios en la calle, pero sigue cajoneada en la Comisión de Intereses marítimos de Diputados, que el año pasado tampoco se había reunido para debatirla. La preside el kirchnerista Julio Solanas.

Solanas la había convocado para el martes pero a último momento la suspendió y los sindicalistas terminaron reunidos en la zona junto a Darío González, jefe de Gabinete de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables.

González advirtió que a Dujovne le preocupa perder recaudación y Monzó se los confirmó en su despacho.

"Nos dijo que hay voluntad pero dudan porque creen que van a aumentar el déficit fiscal. Pero queremos que entiendan que no hay costo porque hoy no recaudan nada", dio ante LPO Julio Insfrán, secretario General del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Cabotaje Marítimo y Pesca.

Y dio ejemplos: "En la hidrovía pasan 220 barcos de Paraguay y 2 o 3 argentinos. Ellos pagan 10% de Ganancias y nosotros 35%. ¡Pero estamos recaudando el 35% de nada!", insistió.

"Estamos en alerta o movilización por la ley. El martes vamos a marchar al Congreso a esperar que se reúna la comisión", anticipó Insfrán.

Monzó intentó persuadirlos de esperar a los meses previos a las primarias o a noviembre, cuando imagina sesiones semanales.

Pero los sindicalistas mostraron su impaciencia y advirtieron sobre presuntos lobbys de empresas extranjeras, que nunca quieren esta ley.

Juan Speroni, del Sindicato de Obreros Navales, recordó la fallida licitación de Guillermo Dietrich con la canadiense Maersk, responsable del 20% del tráfico de ultramar, pero que aún así no cumplió la entrega de remolcadores a los puertos de Escobar y Bahía Blanca. La ley apunta a que se puedan producir en el país.