
Donald Trump escribió numerosos libros sobre su supuesta maestrÃa en el arte de la negociación. Macri tuvo hoy una muestra de esto. El magnate lo llenó de elogios, le deseó lo mejor, pero no le resolvió la urgencia más importante de la relación bilateral: el freno a las importaciones de biodiesel, el principal producto que la Argentina vende a Estados Unidos por cerca de 1200 millones de dólares anuales.
Práctico, Trump le propuso durante el almuerzo que compartieron en el minúsculo Cabinet Room, armar un "panel" para ver el tema del biodiesel, cuando Macri intentó explicarle que no habÃa dumping como denunció la cámara de productores norteamericanos de ese combustible. Una panel es una comisión y ya se sabe para que se arman las comisiones.
Cuando surgió el tema biodiesel, prolijo como es, el ministro de EnergÃa, Juan José Aranguren, aportó datos -de Estados Unidos!- para explicar porque no es dumping. El ministro le dijo a Trump que su paÃs no tenÃa excedente de biodiesel sino que importaba, asà que no habÃa competencia con productores norteamericanos.
Nada de esto conmovió al magnate que derivó el tema a su secretario de Comercio, Wilbur Ross, que esta cerca de los ochenta años -es el miembro mas viejo del gabinete de Trump-, pero sigue siendo una luz. Cabrera fue el encargado por la parte argentina de lidiar con el tema.
En el caso de los limones, Trump lo despachó con su broma sobre Corea del Norte, aunque esta noche en la delegación argentina afirmaban que en la reunión de Cabrera con Ross se acordó levantar en los próximos dÃas la prohibición del ingreso, aunque otras fuentes del gobierno coincidÃan que todo indicaba que la resolución iba a ser favorable, pero pedÃan tomarlo con pinzas hasta que se concrete la decisión.
De cualquier manera el tema de los limones es más simbólico que importante en términos económicos: Se trata de un mercado potencial de u$s 50 millones, monedas comparado con lo que representa el biodiesel.
Trump necesita como el agua demostrar que protege el "trabajo" norteamericano y este tipo de casos, le viene como anillo al dedo en una administración que está por cumplir cien dÃas sin ningún éxito importante.
En el entorno de Macri explicaron que se trataba de temas secundarios: "Estados Unidos es un paÃs que lo mueve el sector privado, lo importante es que vean el cambio, que vean que el gobierno de Trump nos respalda y empiecen a invertir en Argentina".
El lado bueno -total no cuesta plata- fue el apoyo de Trump al ingreso de Argentina a la OCDE. Cuando Macri le sacó el tema, rapidÃsimo, el magnate ordenó frente a todos a su secretario de Estado, Rex Tiullerson, que de inmediato "apoyemos el ingreso de Argentina a la OCDE".
En el fondo es gracioso, Trump no cree en los organismos multilaterales a los que considera poco más que una burocracia costosa, inútil y decadente -algo de razón tiene en ese punto- y vio en el aire la oportunidad de darle algo a Macri que para sus intereses no representa costo alguno.
La OCDE es un club de paÃses que se supone mantienen ciertas buenas prácticas en términos de manejo macroeconómico, de Latinoamérica sólo la integran México y Chile.
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Asi estamos, fue a pedir ayuda y termino ayudando a Trump... PELELE..
Con los K hubiera sido igual, asi que no salten....