El escritor y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y el presidente Mauricio Macri mantuvieron hoy una charla distendida en Madrid en la que abordaron los recientes cambios que transitaron Argentina y el mundo; arremetieron fuerte contra el "populismo" y alertaron sobre la grave situación que atraviesa Venezuela.
Bajo el tÃtulo "Un diálogo por la democracia y el futuro", el coloquio, que tuvo lugar en la Casa América de Madrid, se convirtió en una entrevista informal entre dos amigos.
Vargas Llosa de entrada pidió licencia al mandatario para aprovechar que estaban "sin corbata" y abordar asà preguntas "indiscretas e impertinentes".
Como introducción, el escritor se refirió a la situación que vivÃa Argentina cuando Macri llegó al gobierno y dijo que "prácticamente se habÃa perdido el crédito e internamente la situación no podÃa ser más catastrófica".
¿Llevas 14 meses en el poder: qué ha cambiado?, le preguntó al mandatario.
"Siento que lo más importante que hemos logrado, y que mi gobierno expresa, es que esto fue de abajo hacia arriba. Yo fui la expresión de una mayorÃa que se animó a vencer el peor sentimiento que es la resignación", respondió Macri.
"Recuperamos la ilusión, la esperanza y la libertad de expresarse. Durante año no tuvimos conferencias de prensa, habÃa apagón estadÃstico. Llegaron a decir que habÃa más pobres en Alemania que en Argentina, y eso hacÃa mal a la cabeza. Ahora logramos debatir sobre la verdad", añadió.
En otro momento del debate, Vargas Llosa recordó que creció en una América Latina en la que habÃa un debate entre una izquierda que creÃa en el socialismo y una derecha que creÃa en los golpes militares. "Pero hubo un desencanto de la derecha con los golpes y la izquierda tuvo fracasos enormes. Eso dio una chance a la democracia muy grande", subrayó.
"El conflicto en América latina ya no es entre golpes militares o revolución mesiánica sino entre las democracias débiles con corrupción que socavan el proceso democratizador. ¿Crees que es exacto?", preguntó.
Macri asintió y ahondó: "lo que buscaron los gobiernos detrás del populismo, con grandes batallas simbólicas, es esconder su incapacidad. Es más el daño que han hecho con las malas decisiones, que lo que robaron", añadió.
"Cuando uno mira Argentina, en la última década tuvieron 600 mil millones más de presupuesto en manos del gobierno kirchnerista que en el menemista. Uno se pregunta dónde está el dinero. Nadie se pudo robar tanto dinero. Pero no supieron conectar con las necesidades. Argentina desarrolló casi nada su infraestuctura. Tuvieron un montón de dinero y no lo supieron canalizar", remarcó.
Previamente, Vargas Llosa se refirió a la situación que vive Brasil y afirmó que "algunos ven como una retracción reaccionaria", lo que para él es "un movimiento contra la corrupción, para regenerar la democracia". Macri estuvo de acuerdo, y luego Vargas Llosa sacó a relucir el "caso Odebrecht", y preguntó si no habÃa tenido repercusión en Argentina.
Macri contestó que quisieron "golpear a un funcionario mÃo absurdamente" y "dijeron que se pagaron 35 millones de dólares", para luego agregar con ironÃa que "parece que no tenÃan muchas obras".
Vargas Llosa aportó ahà una clara reflexión: "nada contribuyó tanto a conocer la corrupción como Odebrecht, vamos a tener que hacerle un monumento", dijo.
Otro de los momentos destacados del debate fue cuando se centraron en Venezuela. Vargas Llosa arrancó mencionando al padre del opositor Leopoldo López, que es un "sÃmbolo de que todo anda mal" y de una "situación injusta", ya que es "uno de los cerca de 200 presos polÃticos".
Según el escritor peruano, un paÃs como Venezuela, "que deberÃa tener niveles de vida de Suecia o Suiza por la riqueza de su suelo, hoy da lástima por la condición pavorosa en la que se encuentra". Además, "el obstáculo principal son los gobiernos democráticos que se resigne a dar el apoyo resuelto que deberÃa dar", soltó.
¿Qué hace un gobierno como el suyo para ayudar con la dictadura venezolana?, dijo Vargas Llosa, tras defender una intervención de la OEA.
Macri argumentó que el caso de Venezuela es "una situación frustante, en la que se comprueba que siempre hay un escalón más hacia el infierno".
"Me decÃan que estaba en una situación terminal y hoy está mucho peor. Esto demuestra que la dignidad se puede ir pisoteando cada vez más. La sensación es de terrible impotencia, que aún hay dirigentes importantes que caen en eufemismos, que dicen que hay que esperar a que lleguen las elecciones. Pero esto no puede más", sostuvo el mandatario.
Además, se mostró poco optimista con la posibilidad de una intervención de la OEA: "no sé, cuando empecé con el planteo no tenÃa entusiasmo de mis compañeros, lo único que hace es potenciar el aislamiento, y redoblar las polÃticas coercitivas de Maduro, pero yo voy a seguir diciendo lo que pienso aunque no le guste". Sinceramente, "me resulta incomprensible", insistió, aunque dijo que seguirá reclamando una salida porque siente que "se lo debe a los venezolanos", quienes acogieron a muchos argentinos durante nuestra dictadura militar.
Vargas Llosa dijo que pensaba que el "chavismo iba a vacunar a los venezolanos contra las utopÃas sociales", aunque admitió que "tuvieron cionco oportunidades y votaron a Hugo Chávez".
"El populismo con dinero es peligroso", apuntó Macri. "Es difÃcil explicarles a los ciudadanos que cuando se agarra dinero se tiene que invertir se está consumiendo futuro y hay que mirar un poco más lejos". "Pero son experiencias en un mundo que te empuja a la inmediatez. Lo único que se salva es el amor. En eso coincidimos, apostamos por el amor siempre", bromeó Macri, casi sobre el final del intercambio intelectual con el renombrado escritor.
La charla sirvió para ampliar algunas de las ideas que ambos ya intercambiaron en otras ocasiones, aunque esta vez el foco era más intenso, por tratarse de la primera visita de Estado de Macri a España, uno de cuyos principales objetivos es generar confianza para atraer inversiones al paÃs.
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Escuchar hablar de corrupción al presidente más corrupto de nuestra historia, que además menciona el caso Odebrecht como un ejemplo y se olvida que su propio secretario de Inteligencia está embarrado hasta las pelotas por ese asunto, es francamente repugnante.