El dato lo manejó el la noche del pasado jueves Ildefonso Guajardo cuando se comunicó con directivos del Tec de Monterrey. El secretario de EconomÃa de México les pidió que colaboren en el nuevo desembarco de la empresa Carrier en México, esta vez, para instalar un centro de ingenierÃa y contratar 240 profesionales mexicanos. La empresa se traerá al paÃs el ambicioso proyecto de mejorar el funcionamiento de los aires acondicionados para que estos gasten menos energÃa y sean más ecológicos.
Este proyecto se iba a iniciar en Indiana, donde este el headquarter de la firma. El problema es que el "muslim ban" y las polÃticas migratorias de Donald Trump ponen en jaque este desarrollo: casi todos los ingenieros de la empresa son musulmanes, chinos e indios y cuentan con la visa de trabajo H1 o H1B que deben renovarse permanentemente.
Según deslizó Guajardo, la empresa, que es muy cercana a Mike Pence, ya le avisó al vicepresidente -via el jefe de operaciones Rick Sanfrey- que mueve a México una división entera y no hubo objeción alguna. "Tenemos problemas más grandes ahora", habrÃa replicado el ex gobernador.
En noviembre Carrier sacudió a México cuando suspendió uno de sus proyectos más ambiciosos de construir una planta en Santa Catarina, Nuevo León. Según comunicó la firma, se llevaba ese proyecto a Indiana lo cual implicó divertidos festejos de Trump. Sin embargo Carrier mantiene el proyecto de fabricar aires acondicionados en México, especialmente los de gran tamaño. La producción que se movió a Indiana es la de equipos medianos y pequeños y en México iba a generar casi 1000 empleos.
En la primera reunión en la Casa Blanca de la delegación de Luis Videgaray cuando el asesor comercial de Trump, Peter Navarro mencionó el caso Carrier, el canciller le señaló que en Indiana solo habrÃa 45 empleos para fabricar equipos medianos y pequeños: todo el resto serÃan robots.
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