Desde mañana viernes Donald Trump pasará a ser el presidente de los Estados Unidos y sus lineamientos en materia económica son tan contravertidos como la amplia mayoría de sus declaraciones: salir de la Organización Mundial de Comercio (OMC), cerrar la economía con un arancel del 10% a los bienes importados y deducciones en el impuesto a las Ganancias para los exportadores, subir la tasa de interés de corto plazo al 4,5%, desregular el mercado financiero pero con control de la salida de capitales.

La regulación financiera, producto de la última crisis mundial que se originó en la especulación inmobiliaria de Wall Street, limitó el margen de acción de todo el sistema financiero que viene desde entonces con recortes de personal.

Solo desde que Trump ganó las elecciones, los bancos vieron un aumento en la actividad bursátil y una suba de tasas de interés con las que pudieron ampliar sus ganancias. En el caso de Goldman Sachs, en el último trimestre sus ganancias se cuadruplicaron por el aumento de las actividades en el área de intermediaciones. En el caso del Citi, como reveló el Financial Times, por primera vez en el año tuvo un resultado trimestral positivo.

De hecho pese a que hubo ganancias, el flujo de ingresos del Citi siguió en baja por haberse desprendido de activos en todo el mundo para recapitalizarse. En Argentina, por ejemplo, vendió la banca minorista al Banco Santander pero la operación sigue pendiente de aprobación.

Y aunque en Wall Street dudan que este crecimiento en la industria financiera sea constante y sostenible, los banqueros y corredores ven con buenos ojos la desregulación, la suba de tasas y la oportunidad de ser intermediarios a comisión en la repatriación de capitales que prometió Trump con su reforma tributaria.

La suba de tasas también robusteció los resultados del Bank of America, el Morgan Stanley y el JP Morgan Chase.

Las tasas de interés decrecientes y casi nulas de la gestión de Obama estrangularon la rentabilidad de la banca minorista en Estados Unidos entre 2015 y 2016, por lo que esperan que reviva el año próximo gracias a las tres subas de tasas que anticipó la Reserva Federal.

En este sentido, la decena de funcionarios provenientes del Goldman Sachs que ingresaron al equipo económico de Trump anticipa que el sector será el primer favorecido por la nueva administración.

Sin embargo, las restricciones para las operaciones fronteras afuera también genera dificultades. El Citi en México obtiene el mejor retorno de todas sus filiales de la región. Si no puede operar fronteras afuera, su plan de negocios deberá reconvertirse para compensar las pérdidas en el resto del mundo.