Tras un año de fuerte guerra de lobby entre Telefónica y Clarín por la nueva reglamentación que habilita el cuadruple play, el Gobierno este miércoles dio otro paso para que el grupo que conduce Héctor Magnetto pueda participar en el mercado de telefonía móvil con un producto más competitivo que el que hoy ofrece Nextel, muy atrasada tecnológicamente y que ha visto reducirse su participación a un 1% del mercado.

El directorio del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) que conduce Miguel de Godoy, autorizó la transferencia accionaria de las firmas Trixco S.A., Callbi S.A., Infotel S.A., Skyonline de Argentina S.A., Netizen S.A. y Eritown Corporation Argentina S.A. a favor de la empresa Nextel Communications Argentina, perteneciente al Grupo Clarín. Este es el paso previo a la autorización del uso del espectro de telefonía que esas empresas poseen.

Estas seis empresas son proveedoras de fragmentos de banda de 2.5 MHz, que mediante un proceso de refarming que las una, le permitiría a Nextel brindar el servicio de 4G, un paso indispensable no sólo para competir en el mercado, sino además contar con una plataforma para ofrecer en su propia telefónica sus productos de contenido audiovisual , como la nueva plataforma Flow que permite ver televisión en vivo  y on demand.

Estas empresas no solo costaron le costaron a Clarín cerca del doble de lo que pagó por Nextel, sino que exigen una mayor inversión en antenas que sus competidoras porque cubren un menor radio para el servicio de 4G. Además, y no todos los teléfonos celulares del mercado son multibanda y operan con esta tecnología, por lo que el grupo ya está explorando con distintos jugadores globales como la china Huawei posibles acuerdos para ofrecer sus dispositivos, cuando finalice el despliego de la red.

Todo el proceso de inversión le llevará a Clarín al menos un año y medio por lo cual consideran que el lobby de Telefónica los dejó en desventaja para desembarcar con su propio cuadruple play, ya que el nuevo decreto de Macri redujo en un año la barrera de ingreso al mercado de cable de las telefónicas, que ahora podrán hacerlo desde enero del 2018.

En el grupo de la calle Tacuarí consideran que esta decisión atentó contra la proclamada política de favorcer la entrada de un "cuarto operador" que rompa el oligopolio que integran en tercios casi perfectos Claro, Movistar y Personal.

El cuarto competidor fue una política implementada en varios países para quebrar los oligopolios. En México, por ejemplo, el presidente Peña Nieto autorizó el ingreso de la estadounidense AT&T y en un año los precios bajaron sensiblemente acompañados de una mejora en la calidad del servicio. Por eso en Nextel cuestionan que el nuevo directorio del Enacom se tomara un año para el estudio de esta compra y todavía falta que autorice el uso de la banda.

La hora de competir

Este miércoles, el presidente del Enacom, Miguel de Godoy, habló de este y otros temas vinculados en una interesante entrevista brindada a la agencia estatal Télam. Allí confirmó que en marzo el Gobierno enviará una ley al Congreso para darle un marco legal más sólido al sector, que el actual decreto de Macri.

La ley deberá regular el fenómeno denominado "Convergencia" que en los hechos hoy habilita el "cuádruple play" que es la oferta por un mismo proveedor de los servicios de telefonía fija, móvil, banda ancha por fibra óptica y televisión por cable.

Miguel de Godoy en su despacho del Enacom.

Télam

De Godoy aseguró que “como estaban repartidas las cosas, teníamos en casi 31, 32, 33% dividida la telefonía del país. El cable lo teníamos en 50 y pico a 60% por algún lado (Cablevisión) y 30% por el otro. Ahora, al converger, todos van a tener que salir a buscar clientes. Y en algún momento, el mercado estará dividido en 4, 5 o en 6 porciones. Vamos a ver cuántos jugadores quedan, pero habrá más de 3, seguro", señaló y advirtió que ahora "existe la obligatoriedad del despliegue”.

El despliegue es el nombre técnico para la inversión en redes de fibra óptica que optimicen la calidad del servicio de internet por banda ancha que ofrecen las telefónicas.

Antes teníamos la telefonía del país dividida en tres empresas con 31%, 32% y 33% del mercado y el cable con 60% para un lado y 30% para el otro. Agora todos deberán competir y desplegar redes, señaló De Godoy.

“El Estado va a salir a controlar con mucho más rigor que ese despliegue se cumpla. Y eso va a ser en beneficio de la gente”, aseguró de Miguel desmintiendo las críticas de que la Ley de Convergencia es una ley de desregulación de las telecomunicaciones.

“No existe la desregulación. El mercado, librado al azar, no es una buena medida. Cada que vez que se ha hecho eso no se ha logrado ningún éxito. Lo que hace el Estado, yo siempre lo digo en términos futbolísticos, es marcar la cancha, poner los arcos y decir, señores, jueguen. Yo voy para el costado y si alguien la toca con la mano, yo entro y participo. Entonces estaré mirando que esto se cumpla tal cual debe ser. El Estado tiene que cumplir un rol regulador y no lo puede delegar”, aseguró el director del ente controlador.

La última batalla de Telefónica quedó “en stand by”. Aunque logró que el Gobierno le adelantara un año el plazo de ingreso al mercado, lo que haría que el plan de inversiones de Clarín llegue a dar fruto medio año tarde.

Su intención era que el Enacom la habilitara a participar del cuádruple play sin invertir en banda ancha de fibra óptica para brindar televisión y hacerlo mediante una asociación con alguna proveedora de televisión satelital, al menos en aquellos lugares en los que su precio lo hace viable, ya que en la Quiaca cuesta 10 veces más que en Buenos Aires.

“Después hay que estudiar si la televisión satelital podría competir con la telefonía fija o móvil. Ese es un capítulo que está por discutir por un impedimento que tiene la televisión satelital”, advirtió De Miguel.