La policía de Corrientes arrestó el miércoles a José Moyano, jefe de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones de Santa Fe, cuando culminaba un operativo antinarcóticos en la provincia vecina autorizado por la justicia federal y casi genera una crisis política con Miguel Lifschitz.

El hecho produjo una fuerte tensión entre los dos Estados, sobre todo cuando se enteraron en Santa Fe que el mismo gobernador correntino, Ricardo Colombi, estuvo al frente de la detención para frenar a las fuerzas santafesinas.

Según relataron testigos, una gran cantidad de efectivos de la policía de Corrientes rodearon a los de Santa Fe y en principio aduciendo que no tenían autorización para operar en la localidad de Goya detuvieron a Moyano.

Luego, cuando las fuerzas santafesinas demostraron que habían actuado bajo la autorización de la fiscalía y juzgado federal, el argumento del gobierno correntino cambió y alegó que los 16 testigos fueron reclutados en la capital provincial y trasladados a Goya.

En rigor, fuentes del ministerio de seguridad de Santa Fe reconocieron que así se había procedido: "Cuando se realizan operativos antidrogas en localidades chicas se buscan testigos de otras zonas porque pueden conocer o tener algún vínculo familiar. Por ello se acostumbra esta modalidad", explicaron a LPO.

Con el correr de las horas, el gobierno correntino desistió de la detención y liberó a José Moyano. "Por suerte el operativo no corrió riesgos, sino hubiese sido una situación muy delicada", reconoció una fuente del Ministerio de Seguridad.

Este jueves, Colombi dijo que el procedimiento de la policía santafesina "fue lamentable". "Levantaron a 16 personas en una traffic y los llevaron a una ciudad que ellos no sabían dónde era ni para qué era, recién cuando llegaron les dijeron", explicó en diálogo con radio Mitre, donde buscó ponerle paños fríos a la tensión con Lifschitz. "Somos provincias amigas, hay un protocolo de actuaciones. Como mínimo correspondía que de jefe a jefe de la Policía se ponga en conocimiento de esto", se quejó.

El operativo

El lunes pasado, fuerzas policiales de la provincia de Santa Fe dieron con una lancha que transportaba 40 kilos de marihuana por el río Paraná con destino a la ciudad de Reconquista. La misma pertenecía a una red que se venía investigando desde el año pasado.

Como resultado se detuvieron a cuatro personas integrantes de la banda. En consecuencia, rápidamente se comenzaron los trámites judiciales para lograr la autorización correspondiente para operar en la ciudad de Goya, desde donde provenían los estupefacientes.

El miércoles, bajo el inclemente sol correntino, 15 camionetas con policías con armas largas viajaron a la ciudad de Corrientes donde se reclutaron 16 testigos para luego dirigirse a Goya. La caravana de fuerzas de seguridad generó sorpresa en los vecinos de la capital provincial.

Ya en Goya, la policía procedió a realizar los procedimientos y allanamientos según la información que había recabado inteligencia policial de Santa Fe. Como resultado se detuvo a cinco personas vinculadas a la banda y se decomisaron otros 40 kilos de drogas.

Luego de todo el operativo y los resultados obtenidos, fue cuando la policía de Corrientes junto al gobernador Colombi detuvieron al jefe del equipo que hizo el procedimiento argumentando, en primera instancia, que no tenían autorización judicial para operar en el territorio.

Cuando la policía santafesina pudo comprobar las autorizaciones federales, el gobernador Colombi exigió que se liberasen a los testigos porque eran de la capital provincial.

"Si los liberábamos, el procedimiento se caía. Así que preferimos insistir en la necesidad de respetar lo actuado", afirmaron a LPO fuentes gubernamentales. Con la tensión en aumento, el jefe de la policía José Luis Amaya viajó a Goya en helicóptero y logró que el gobernador Colombi desista de continuar con la detención y el jefe policial José Moyano fue liberado.