Fue por lejos de las figuras republicanas más enfrentadas a Donald Trump pero John Mc Cain no tuvo inconveniente en retener su asiento en el Senado: le sacó más de 10 puntos a su rival demócrata la congresista Ann Kirkpatrik.
Mc Cain transitó el último mes de su campaña con el mensaje de que no votarÃa por Trump y cuestionó permanentemente su candidatura. Ese rasgo, sumado a su contante favor a una reforma migratoria le valió conservar su cargo.
Corrió en su favor también una campaña en radios y medios hispanos realizada integralmente en español que no fue repicada por el equipo de Kirkpatrik. Triunfó en el centro del estado, arrasó en Phoenix mientras que en Tucson la pelea estarÃa más reñida.
En cambio el senador realizó una fuerte campaña de seguridad fronteriza pero solo en idioma inglés. Este issue también le valió votantes latinos preocupados por la inseguridad proveniente del estado mexicano de Sonora.
Las últimas encuestas en Arizona señalaban que 45% del voto latino estarÃa con Hillary pero un 30% se mostraban indecisos. En ambos caudales tomó fuerza la candidatura de Mc Cain.
Marco Rubio ya está anotado en la contienda que sobrevendrá desde mañana para renovar las estructuras de poder en el Partido Republicano. Gane o pierda Donald Trump, el partido iniciará una etapa de fuerte revisionismo en la cual el senador tendrá un rol igual que el congresista Paul Ryan, el senador Jeff Flake o el gobernador de Ohio John Kasich.
Rubio venció al aspirante demócrata Patrick Murphy que llegó con un discurso de centro que le dio resultados en ciudades grandes como Miami y Orlando. El senador republicano tuvo el apoyo de los cubanoamericanos y se hizo fuerte con un discurso de no flexibilizar la relación con la isla. Murphy en cambio se alineó con la polÃtica aperturista impulsada por la Casa Blanca.
El republicano fracasó en la primaria contra Trump pero se mantuvo dentro del Partido y si bien evitó mostrarse con el candidato, nunca dijo que no votarÃa por él.
Audaz, a diferencia de los demócratas que tuvieron una feroz primaria por la nominación al Senado, logró que el otro aspirante, el congresista David Jolly optara por seguir en su banca y no contendiera por la nominación republicana.
Rubio fue implacable para recaudar fondos y la pelea fue hasta el final solo porque Murphy pertenece a una familia de adinerados constructores.
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