El ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, viajó a Washington para explorar las posibilidades de colocar parte del último tramo de deuda habilitado por la Legislatura para este año.

Es un escenario complejo para el ministro, toda vez que aún le resta tomar unos 20 mil millones de pesos de los ambiciosos 60 mil millones que le autorizaron los legisladores.

Lacunza viajó a Estados Unidos para participar formalmente de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, un ámbito que suele servir como lugar propicio para encaminar colocaciones de deuda.

Desde el Ejecutivo explican que ministro mantendrá reuniones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y bancos privados “con el objetivo de generar oportunidades de financiamiento a largo plazo para obras de infraestructura en la Provincia”. Además, tiene previsto en su agenda reuniones con inversores de Estados Unidos.

El titular del Banco Provincia, Juan Curutchet, estará en la comitiva. “la Argentina volvió a aparecer en el radar financiero global gracias a las medidas que el presidente Macri tomó con valentía para sacar adelante al país tras años de desencuentros”, indicó desde Washington, donde participa del encuentro anual del Instituto Internacional de Finanzas, una entidad de la que Bapro es miembro.

La idea del gobierno es hacer un “mix” de colocación de deuda, con una porción en el mercado local y otra en el exterior. La estrategia de Lacunza en Washington es explorar la tasa de interés que debe pagar la provincia y en función de eso decidir si se coloca deuda en dólares o en pesos en el marcado local.

La provincia fue autorizada este año a colocar deuda por 60 mil millones de pesos (10 mil de los cuáles seguirán a los municipios) e hizo una primera colocación internacional pre acuerdo con los hold outs, en marzo, por 1250 millones de dólares al 10,25% a seis años, que después replicó en abril con mil millones más a tasas de entre 5,75% y 7,87.

Los plazos apremian a Lacunza. La semana que viene deberá definir el monto del endeudamiento que solicitará en la Legislatura. En enero de ese año, el ministro pidió un monto récord de 110 mil millones.

Esa cifra generó un fuerte rechazo en la oposición y tras varias sesiones infructosas, finalmente los operadores de Vidal lograron los votos a cambio de bajar el permiso de endeudamiento a 60 mil millones. De los cuales sólo se tomaron unos 40 mil millones.