El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires brindará, el jueves 8 de septiembre, una capacitación sobre convivencia en la diversidad al personal del tradicional bar La Biela de La Recoleta.
La medida se tomó después que el lunes de la semana pasada, Belen Arenas denunciara haber sido echada del establecimiento junto a su pareja “por lesbianas”. La medida no es antojadiza: La Biela está ubicada en un punto neurálgico del turismo en la Ciudad.
Buenos Aires, que fue elegida el mes pasado como el mejor destino LGTB de la región, impulsa desde la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural alcanzar la igualdad. En este sentido, se informó que coordina capacitaciones a establecimientos turísticos y gastronómicos donde se les brinda un espacio al diálogo e invita a los participantes a reflexionar para librarse de prejuicios y miradas estereotipadas.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del Ejecutivo, la realidad no parece acompañar los avances legislativos ni tampoco los sociales, ya que apenas días atrás tras acariciar a su novia en La Biela, echaron a Belen y su pareja. Una decisión digna de la homofóbica política de la Rusia de Putin.
“No discriminamos para nada. Se estaban pasando, se acariciaban mal”, se justificó el encargado del lugar. “Les pedimos que respeten el establecimiento, porque había gente. Nosotros atendemos a todos, a gays, a lesbianas, a todos. Nunca tenemos problemas. Estas chicas se estaban acariciando mal”, inisistió.
La joven de 25 años denunció el hecho y convocó a una protesta que llamaron “Besazo” y se llevo a cabo el lunes pasado a las 20, frente al local.
César Cigliutti, que preside la organización, recordó entones, sobre la manifestación, que era "una de las maneras de enfrentar la discriminación es visibilizarla y denunciarla".
Las capacitaciones realizadas a través de las Dirección General de Convivencia en la Diversidad tienen como fin sensibilizar a las personas en materia de Derechos Humanos, apuntando a lograr una convivencia respetuosa basada en la diversidad; realizar un recorrido jurídico-legal de las disposiciones en materia de diversidad sexual para el mejoramiento de su atención en cualquier espacio público; visibilizar la discriminación instalada socioculturalmente hacia el colectivo LGBTIQ y analizar las consecuencias de la discriminación a nivel biosociológico.
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- 608/09/1617:58olivia, chupame la colitis
- 508/09/1613:41Terribles los tres comentarios dejados por esos monstruos retrógrados que si por ellos fuera seguiríamos en la época de las cavernas. Están un paso atrás en la cadena evolutiva, no pueden pensar con claridad, son brutos, bestias e irrazonables. Y esta gente vota.
- 408/09/1613:22Los topus, las trolas, los trans y demas aberraciones me tienen repodrida
- 308/09/1607:35Hay normas de comportamiento que se deben respetar en los lugares públicos. No resulta agradable que una pareja sean gay, lesbianas o normales estén haciéndose arrumacos excesivos a la vista de todos. La Biela esta en su derecho de aplicar el derecho de admision
- 207/09/1623:36el plotdo de larreta esta mas preocupado por el cirquito homo que por generar laburo a los desocupados. GIL DE CUARTA
- 107/09/1621:28Estamos en manos de un grupo de cretinos "progresistas", de izquierda y de derecha, que no tiene empacho en vulnerar constantemente el sentido común y la libertad de conciencia de cada uno, en nombre de no sé qué nueva especie protegida en la sociedad. No se puede hablar de las mujeres porque es "violencia de género" (¿pasaría lo mismo con los hombres?), ni negar cosas que habrían ocurrido hace más de 70 años, ni hacer chistes de gallegos o de judíos (aunque Clarín alegremente sigue escrachando a los gitanos). Una cosa es decirle a La Biela que acepte estas barbaridades porque la "sociedad" (grupo de borregos descerebrados por los medios) y el gobierno así lo quiere, y entonces tenga que hacerlo. Otra cosa es mandar a una supuesta "capacitación" a los mozos para que cambien de ideas, porque eso es exactamente igual a los programas de "reeducación" de los comunistas en Rusia, China, Corea y Cuba, donde te metían en un campo de concentración, te torturaban y te decían constantemente por unos altorparlantes que te habías "portado mal" y que el sistema era fabuloso.