Los delegados propios y ajenos empiezan a cuestionar la ausencia de Miguel Ángel Mancera en medio del caos que dejó el sismo en la Ciudad de México. Rápido de reflejos, el Jefe de Gobierno avisó que no pediría licencia hasta que no se resuelva esta crisis y visitó junto a Peña Nieto la Escuela Rébsamen. Desde ese momento, sus apariciones públicas disminuyeron, como en la mayoría de los dirigentes políticos.

El problema de los delegados es que fueron citandos ayer a más de 50 horas del sismo para una primera reunión con el mandatario capitalino en el C5 que opera en las cercanías del Aeropuerto de la Ciudad de México. "Nos citaron para ver a Mancera y nos dejó plantado", se quejaba uno de los funcionarios al salir de la cita que finalmente encabezó Patricia Mercado.

Uno de los más asombrados fue el perredista Víctor Hugo Lobo, que les decía a sus asesores: "con estas actitudes la vamos a tener difícil en el 2018. Nos está sepultado". A la cita habían ido Avelino Méndez y Ricardo Monreal, y el resto de los delegados morenos había envíado a sus segundos al mando.

"Se tardaron más de dos días y nos sientan para decirnos que armemos un padrón de daños materiales, y zonas afectadas. Es una burla", decía otro de los invitados. Hoy se repitió la invitación, pero hasta pasadas las 14:30 habían asistido sólo 4 delegados.

Los operativos de rescate en la Ciudad de México son sólo un costado del rostro de la tragedia. Otra de las secuelas fue el abandono obligado de edificios enteros que fueron clausurados por Protección Civil ante el inminente riesgo de nuevos derrumbes. En muchas zonas afectadas hubo robos a esas edificaciones.

"Está faltando coordinación entre todos. Si no hay una cabeza que unifique y ordene los trabajos, será muy difícil para todos". Las quejas crecen.