
El encargado para América del Norte de la CancillerÃa, Roberto Velasco, se encuentra esta semana en Washington con la meta de que México reciba algún tipo de alivio en la guerra comercial que Donald Trump promete desatar mañana miércoles y que conducirÃa a la economÃa hacia una recesión.
Un elemento en la negociación es el reclamo del Gobierno contra la responsabilidad de los fabricantes de armas de Estados Unidos en la violencia que sucede en territorio mexicano. Velasco cree que, de momento, conviene moderar el reclamo emprendido en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y articulado por el excanciller Marcelo Ebrard y su consejero jurÃdico Alejandro Celorio.
El litigio tramita en una corte de Boston y en otra de Arizona, pero la instancia clave será en junio en la Corte Suprema en Washington, cuando el máximo tribunal revise una decisión de la segunda instancia a favor de avanzar con el proceso.
Velasco entiende que es un asunto sensible para la base del Partido Republicano, a favor de un acceso poco restrictivo a las armas y que será necesario el respaldo de senadores y congresistas de ese partido para mantener a flote el T-MEC.
Un detalle no menor: Velasco conoce además que varias compañÃas involucradas en el litigio han financiado las campañas electorales del actual secretario de Estado, Marco Rubio, que de momento es un aliado para México en el objetivo de moderar los arrebatos de la Casa Blanca.
Desde hace semanas el tema del reclamo mexicano se esfumó de la agenda y cuando el canciller Juan Ramón De la Fuente lo mencionó, el encargado de América del Norte operó en Palacio Nacional para que no volviera a suceder.
En tanto, desde el sector armamentÃstico de Estados Unidos, integrado por firmas como Barret, Colt o Smith & Wesson, se comienza a insinuar una campaña, en medios afines al Partido Republicano, que viene a decir que en realidad las armas que usan los grupos criminales en México provienen de Europa.
Giros del destino: Velasco llegó a Washington acompañado por el secretario de Seguridad Omar GarcÃa Harfuch que sufrió un atentado con armas que, se demostró, habÃan llegado desde Estados Unidos tres dÃas antes del fallido ataque.
El secretario de Seguridad, el hombre más rutilante del Gobierno, suscribe esta estrategia a pesar de que conoce, casi con certeza total, que el grueso de las armas que atraviesan la frontera terminan en los estados del occidente del paÃs.
No es el único reclamo para congelar. Velasco también interviene en el litigio por el Tratado de Aguas: Washington exige que México cumpla con su cuota de lÃquido de modo más recurrente lo cual complicarÃa la agricultura del norte del paÃs pero le darÃa ventajas competitivas a empresas estadounidenses, concretamente en el negocio de la producción de nuez.
El tercer territorio es el conflicto por Vulcan Materials que, debe decirse, tiene menos intensidad porque es una empresa muy cercana al exsenador republicano Mitch McConnel, que no tiene sintonÃa en este regreso de Trump al Ala Oeste. Aún asÃ, a pesar de que existen diversas irregularidades en los permisos de la empresa para operar en el sureste, el Gobierno se mueve con suma cautela y espera una novedad clave en los próximos dÃas.
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