
La relación bilateral con Washington ya se adueñó de la cotidianidad del Gobierno de Claudia Sheinbaum. En el gabinete, que prácticamente trata este tema a diario con la presidente, se instaló la consigna de que la estrategia hacia Donald Trump va a definir la primera mitad del sexenio.
En ese plano, ya está prácticamente decidido que todos los aviones con deportados, nacionales y extranjeros, aterricen en el AIFA. Un giro respecto a las pláticas de la semana pasada en las que se hablaba de cinco aeropuertos, entre ellos los de Monterrey y Guadalajara.
Centralizar la recepción de deportados en el AIFA le facilita al Gobierno el proceso para luego deportar personas hacia otros paÃses. Una compleja ingenierÃa logÃstica y diplomática, porque hay paÃses que no quieren recibir a los deportados por Trump.
Sheinbaum inicialmente se habÃa negado a recibir a ciudadanos de terceros paÃses, pero lo sucedido el fin de semana entre Gustavo Petro y Trump le dio la pauta al oficialismo de que cualquier desviación de la agenda de los republicanos será respondida de inmediato con aranceles.
Esta semana se espera que Trump reúna a todos los legisladores de su partido en Miami. La cuestión migratoria tendrá un papel central en el encuentro y en el oficialismo esperan posturas urticantes hacia México.
La centralidad de Trump en la polÃtica doméstica de EU cristaliza una tesis en Palacio: actualmente es muy poco lo que se puede hacer para ofrecer resistencia a las polÃticas de la Casa Blanca, solo queda acordar y ejecutar.
En las últimas horas circuló un documento en el Gobierno que analiza el origen de los primeros cientos de deportados: mayoritariamente son originarios de Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
El mismo documento señala que los gobiernos de Barack Obama y Bill Clinton deportaron muchos más mexicanos que los de George W. Bush y el primer mandato de Donald Trump.
En el ala más dura del morenismo no agradan los mensajes de "coordinación" que promueve Sheinbaum. Alegan que salir del T-MEC serÃa positivo para México y que en realidad la relación a potenciar debe ser con China, paÃs que este lunes generó turbulencias en Wall Street por la presentación de su herramienta de IA.
Una interpretación que de momento no tiene arraigo en Sheinbaum: la presidenta quiere preservar el vÃnculo con EU aunque esto genere disonancias internas.
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