El gobernador de Sinaloa Rubén Rocha busca revertir la imagen que se tiene de su administración en las agencias de seguridad de Estados Unidos e impulsa la designación de un militar en activo como nuevo secretario de Seguridad en Culiacán. 

El movimiento obedece a que Rocha está sindicado, fundamentalmente por la DEA, como un gobernador bastante omiso en lo referido al combate al cartel de Sinaloa. Para cambiar esa percepción el mandatario apostará por una mayor militarización de la seguridad y por avanzar en las incautaciones de fentanilo. En las últimas semanas en Sinaloa se han decomisado más de 500 mil tabletas del químico y 83 kilos de la misma sustancia en estado sólido. 

El arresto de Rafael Caro Quintero no ha hecho más que envalentonar a la DEA. Caído el hitórico jefe del cartel de Guadalajara, ahora la agencia anti drogas quiere focalizar su operación contra el cartel de Sinaloa.

Este es un frente de riesgo para Rocha que teme, igual que Alfondo Durazo en Sonora, que esta avanzada descontrole la seguridad en su entidad, una situación todavía peor que la actual. Rocha está en la mira de EU desde la elección a gobernador del 2021, cuando en la campaña se reportaron múltiples irregularidades contra candidatos y promotores del voto perpetuadas por el narcotráfico.

Resta por observar hasta que punto la participación de la Sedena es una garantía para la DEA. El Ejército estuvo completamente excludio de la captura de Caro Quintero y, como reveló LPO, la DEA demandó la participación exclusiva de la Marina.