La incursión presidencial a La Habana deja ciertos datos en materia de seguridad que valen la pena revisar. El primordial es que el Gobierno ahora está abierto a consultorías y asesorías extranjeras en esta materia, algo que hasta hace algunos meses era impensado. A pesar de la narrativa oficial, la política de seguridad está en revisión, fundamentalmente tras las últimas cifras de este mes de mayo, donde la SSPC registró 112 muertes violentas en 24 horas.

A esto se agrega, tal como se mencionó en diversos pasajes de la gira centroamericana y del Caribe, en la cual participaron tanto Luis Crescencio Sandoval como Rafaél Ojeda Durán que la Guardia Nacional requiere de una profunda auditoría interna, giro motivado tras el arresto de un integrante de esa fuerza en el estado de Guanajuato, días atrás.

En la escala final en Cuba, según pudo conocer LPO, altos oficiales del gobierno de Miguel Díaz Canel ofrecieron instructores para la GN. La respuesta fue que esa misma capacitación correrá por cuenta de un asesor recomendado por la policía de gendarmería italiana, los "carabinieri". Un asunto que ya está muy avanzado con la embajada italiana en CDMX.

Es entendible, porque más allá de las capacidades de cada cual, para EU sería un mensaje político muy nocivo que la fuerza insignia del sexenio actual este bajo asesoría de un gobierno al cual Joe Biden no considera una democracia.