
Mientras Donald Trump habla de expandir la influencia global de Estados Unidos, llevar seguridad a las grandes ciudades e incrementar la lista de organizaciones que colaboran con el terrorismo, como los cárteles mexicanos, en un plano paralelo despliega un conflicto con las fuerzas operativas necesarias para esas ambiciones: las agencias de seguridad y las Fuerzas Armadas.
Esta semana fueron muy evidentes las reservas de los senadores más cercanos al Pentágono respecto a la designación de Pete Hegseth como secretario de Defensa: fue preciso el voto del vicepresidente JD Vance para que la ratificación no se volviera un fiasco y una derrota polÃtica para la Casa Blanca.
CNN señaló esta semana que en el alto mando militar estadounidense no agrada lo que sucede con el general retirado Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto en el primer gobierno de Trump, cuyos retratos oficiales fueron retirados del Pentágono y a quien le quitaron a su equipo de seguridad personal porque Milley no respaldó a Trump en 2020 cuando este dijo que le habÃan "robado" la elección presidencial en la que fue derrotado por los demócratas.
Milley era jefe del Estado Mayor Conjunto en 2020 cuando un ataque de drones no tripulados asesinó al comandante militar más poderoso de Irán, el general Qasem Soleimani. Los clérigos de Irán pusieron a Milley en una lista de funcionarios estadounidenses que deben ser asesinados en venganza.
También genera problemas que Trump haya elegido a Tulsi Gabbard para coordinar a las 18 agencias que conforman la comunidad de inteligencia del paÃs vecino. Gabbard, no solo no tiene experiencia en el tema, sino que además, en el pasado viajó a Siria a una extraña reunión con el ahora depuesto Bashar al-Asad y también defendió públicamente a Edward Snowden.
En las últimas horas Trump ordenó al Departamento de Justicia que despidiera a los fiscales encargados de procesar a los detenidos por los disturbios del 6 de junio del 2021. El pasado jueves, en tanto, The New York Times reveló que se le pidió la renuncia a varios altos directivos del FBI que habÃa sido promovidos por Christopher Wray, director de la agencia y que renunció a los pocos dÃas del triunfo electoral de Trump.
Todo sucede mientras el Senado debate la ratificación del elegido de Trump para dirigir el FBI, Kash Patel, que semanas atrás dijo que querÃa vaciar las oficinas centrales de la agencia en Washington para convertirlas en un museo.
El NYT informó que entre los agentes a remover habrÃa uno involucrado en la pesquisa sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones del 2016 y otro que se dedicó a investigar el caso de los documentos confidenciales que Trump se llevó a Florida cuando abandonó la Casa Blanca tras ser derrotado por Joe Biden.
Según pudo conocer LPO, entre las personas cuyos trabajos se encuentran en riesgo, habrÃa dos agentes y un analista involucrados en el operativo para concretar el arresto de Ismael "Mayo" Zambada que fue secuestrado a mediados del año pasado en Sinaloa para aterrizar en Texas y ser rápidamente arrestado y enviado a una prisión federal.
Los agentes cuyo futuro laboral es incierto, comentan en la embajada mexicana en Washington, siguieron de cerca todos los acontecimientos de la tarde de finales de junio en la que Zambada fue transportado a EU y fueron quienes organizaron su arresto en Texas. Desde ya conocen además, los pormenores de un dato que obnubila a Andrés Manuel López Obrador: la identidad del piloto que operó el jet que llevó al capo hacia EU.
Por estos dÃas Zambada negocia con el Departamento de Justicia para conseguir un acuerdo que le evite ser condenado a pena de muerte por los cargos de conspiración y narcotráfico. Este posible acuerdo es seguido de cerca por el Departamento de Estado que espera conseguir información del capo de cara a la determinación de designar a los cárteles como organizaciones terroristas.
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