
La embestida de Estados Unidos contra los bancos Intercam y CI Banco y la casa de bolsa Vector encendió alarmas en Palacio Nacional, fundamentalmente por el tono del comunicado del Departamento del Tesoro, su unilateralidad al momento de fustigar a las entidades mexicanas y, como dato no menor, una eventual embestida contra el Banco del Bienestar, posibilidad que se ve reforzada luego de que la fiscal general Pam Bondi ubicara a México en una lista de países adversarios.
En marzo del 2023 el regulador mexicano advirtió que podía haber inconvenientes por supuesto lavado de dinero en el sistema de remesas del Banco del Bienestar y por eso Andrés Manuel López Obrador retiró a la entidad de ese negocio.
Meses más tarde en la Secretaría del Bienestar se mencionaba que Alejandro Gertz Manero tenía un expediente sobre operaciones de lavado que golpeaban al banco estatal pero finalmente el fiscal desestimó esas especulaciones.
Ese año el periodista Raymundo Riva Palacio informó en el matutino "El Financiero", que había una sospecha en la Sedena de que el Banco del Bienestar se utilizaba para realizar triangulaciones comerciales que le permitían a Venezuela evadir las sanciones de EU.
En el 2021, dos años antes de la decisión de López Obrador, la CNBV había multado al Banco del Bienestar por supuesto incumplimiento en medidas anti lavado. En esa ocasión también fueron advertidas entidades como BBVA, Banco del Bajío y Actinver.
El temor a una acusación al Banco del Bienestar, a diferencia de otras entidades, no está anclado en el miedo a una corrida bancaria o a un daño financiero, ya que se trata de una entidad puramente enfocada en la dispersión de las remesas. El problema de fondo es que la familia de López Obrador ha estado involucrada desde el inicio en el manejo del banco, concretamente los hijos mayores del expresidente.
Si Washington pone en la mira al Banco del Bienestar es otro movimiento directo contra el núcleo familiar de López Obrador, algo muy similar a la acusación de las últimas horas contra Vector, especialmente si se considera la relación de Alfonso Romo con el expresidente.
La vida pública y privada de la familia de López Obrador se ha convertido en un problema al interior del oficialismo. En Palacio advierten que el mensaje acido de Beatriz Gutiérrez Müller contra Claudia Sheinbaum el pasado martes tiene su móvil en que la presidenta no ha querido defender al hijo de Gutiérrez Müller frente a los improperios que el joven recibe en redes sociales.
Preguntas ineludibles: ¿La presidenta actuará del mismo modo si las acusaciones comenzaran a tocar a Andrés López Beltrán? ¿Guardará silencio o deberá entrar al quite para defender al secretario de Morena?
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