El boom inmobiliario afecta a los ciudadanos en la CDMX, edificios nuevos que se construyen a diestra y siniestra en la capital del país. El gran crecimiento de viviendas que podemos ver a cada paso que damos en las diferentes demarcaciones, fue a raíz del ¨Bando Dos¨ que promueve el desarrollo en el centro de la ciudad. Por ende, el Programa de Desarrollo Urbano puesto a discusión por el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, a la Asamblea Legislativa del DF; deberá cristalizarse en permitir un desarrollo equilibrado, con un planteamiento de corto, mediano y largo plazo, para evitar que la ciudad se desborde en el caos y colapse.

Para los constructores el incremento de la plusvalía y del precio por metro cuadrado se ha convertido en un "negocio" muy lucrativo que seguirá subiendo de valor y la ganancia de los desarrolladores en detrimento de la calidad de vida de los vecinos que habitan en las delegaciones, en donde sus principales quejas son del incremento poblacional de la zona, así como la escasez de servicios -estacionamiento y agua- por la aparición de los desarrollos. La mayoría de estos casos están en Miguel Hidalgo, Coyoacán, Álvaro Obregón, Benito Juárez y Cuauhtémoc.

Los vecinos organizados han denunciado el crecimiento desmedido e ilegal de estos desarrollos, para ejemplo, el de la colonia Escandón "la joya del fraude inmobiliario" documentado hace unos días por Televisión Azteca, donde a través de invasiones de predios, manifestaciones piratas o incluso con permisos para remodelar se edifican viviendas con anomalías.

En la Escandón fue el terrible escándalo que enterró las aspiraciones de David Razú, candidato por el PRD en 2015. La inmobiliario Deviratán engañó a la Delegación Miguel Hidalgo, el proyecto para construir en Minería 88 levantó 5 niveles en lugar de 3. De acuerdo con la manifestación de construcción de la obra, se indica que en una superficie de 485 metros cuadrados serían construidos 3 niveles, 14 viviendas y 22 cajones de estacionamiento en 2 sótanos. Se ordenó la clausura total, multa para el director de obra, revocación de la manifestación de construcción, sanción al propietario del 5% sobre el valor total, así como la demolición de los dos pisos excedentes.

Ante esta situación, los únicos que pierden por el "agandalle" de las inmobiliarias son los compradores que adquirieron un departamento de buena fe. La diputada Margarita Martínez Fisher, ha impulsado instrumentos para que los ciudadanos tengan certeza jurídica para proteger su patrimonio frente a desarrolladores inmobiliarios. Ahora en la Ley De Propiedad en Condominio de Inmuebles para El Distrito Federal, obliga a depositar una fianza al constructor, responde a la necesidad de brindar certidumbre a vecinas y vecinos que padecen la aparición de desperfectos, fallas constructivas o de equipamiento fundamental más allá de un año después de haber sido adquirido y habitado el inmueble, además, asegura que los constructores cumplan con su obligación de realizar las obras de mitigación en la zona urbana, antes de la ocupación del inmueble.

A principios de junio el gobierno de la Ciudad de México anunció que demolería 66 pisos que fueron construidos ilegalmente en más de 32 desarrollos inmobiliarios, para muestra la jefa delegacional en Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez, ya inició el desmantelamiento de cuatro departamentos en el corazón de Polanco cuyo valor supera los 100 millones de pesos.