No todo es festejo en el bando morenista tras la aprobación de la reforma judicial y la subsiguiente visita a Andrés Manuel López Obrador. En el elenco oficialista ya se registran quejas por el estilo de liderazgo que tiene el exgobernador de Tabasco: vertical, distante, poco empático y, lo más sensible, que actúa como un jefe supremo.
Uno de los molestos, según pudo conocer LPO, es el exparticular del presidente, Alberto Esquer que ya ha sido ninguneado por Adán y sus emisarios respecto a temas administrativos del Senado.
En revancha, Esquer viene hablando desde anoche en que es necesario organizar un grupo de senadores que sea más autónomo respecto al titular de la Jucopo. Asà se lo dijo a senadoras de la 4T.
A Esquer tampoco le gustó la calidad de los oradores en defensa de la reforma. Según enumeran cerca del particular: Andrea Chávez divagó sobre cuestiones generacionales, Manuel Huerta demostró no entender ciertos rudimentos básicos de la reforma y el senador Oscar Cantón se expresa muy similar a cómo se escriben los periódicos de su propiedad. El denominador común: todos allegados a Adán Augusto.
Velasco es otro frente de conflicto. El coordinador del Verde entiende que Adán lo trata como su empleado y le molesta que le diga, en tono paternalista "amigo", para luego hacerle algún requerimiento.
De ahà que en el Verde le echan la culpa a Adán del desborde que tuvo lugar en las instalaciones de Reforma que obligó a mudar la votación a la casona de Xico. Aseguran que el mandamás de la Jucopo nunca reparó en los nexos polÃticos de los guardias del Senado y asà sucedió lo que nunca habÃa ocurrido a lo largo de 30 años.
Velasco ya le dijo a Adán que debe tener un esquema más horizontal en su vÃnculo con los senadores y respetar las trayectorias de todos. "Nunca lo olvides, yo fui gobernador antes que tu", le señaló al extitular de Bucareli.
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