El expresidente español José Luis RodrÃguez Zapatero les pidió a diversos integrantes del Grupo de Puebla - liga de exmandatarios latinoamericanos de centro-izquierda - que no incrementen su oposición a las elecciones venezolanas.
Zapatero tiene una relación histórica con Caracas y es su principal enlace en la Unión Europea. Una posición que le genera fuertes crÃticas en su paÃs, incluso por parte de figuras de su partido como el expresidente Felipe González.
RodrÃguez Zapatero dice, según pudo conocer LPO, que ir más allá es hacerle el juego a una oposición a la cual tilda de violenta. Asegura que el hecho de "reclamar las actas" como hicieron esta semana Andrés Manuel López Obrador, Gustavo Petro y Lula Da Silva deberÃa ser un lÃmite para considerar. El problema es que la documentación no aparece y la represión se exacerba en el paÃs sudamericano.
Zapatero no quiso acompañar la postura oficial de los observadores del Grupo de Puebla en las elecciones, los expresidentes Ernesto Samper (Colombia) y Leonel Fernández (Republica Dominicana), quienes también pidieron claridad al órgano electoral del chavismo.
Zapatero tendrÃa un mecanismo de presión de doble vÃa: por un lado su capacidad de conseguir fondos para las acciones del Grupo de Puebla y por el otro los negocios y las oportunidades laborales que les puede conseguir a diversos integrantes del grupo.
Un ejemplo bastante elemental es Alberto Fernández, a quien Zapatero le habrÃa gestionado un trabajo de consultorÃa en Madrid y la chance de tener actividades académicas en España. Fernández, que tras un contrapunto con el chavismo desistió de ser observador electoral, ahora dice que existe una "persecución contra Maduro". Una acrobacia verbal con pocos dÃas de diferencia que tendrÃa su lógica en ciertos entendimientos con el polÃtico del PSOE.
Con el expresidente colombiano Samper sucederÃa algo similar. Pidió las actas venezolanas por ahora dice que "el sistema electoral venezolano funcionó". Samper, presidente en su paÃs en los 90, tiene un familiar que fue beneficiado por el expresidente español.
Para Zapatero no es difÃcil conseguir estas oportunidades para sus allegados de la región. Mantiene buenas relaciones con varias empresas españolas con intereses en América Latina como Telefónica, Grupo Prisa o Indra, todas compañÃas que a su vez tienen buena llegada - y negocios - con el gobierno de Pedro Sánchez, que viene a ser algo asà como el discÃpulo de Zapatero.
Por cierto: es notable como el presidente Andrés Manuel López Obrador encuentra, a estas alturas, la armonÃa con Zapatero, contra quien despotricaba desde el 2006 cuando, siendo presidente de España, Zapatero fue de los primeros en reconocer el triunfo de Felipe Calderón. De momento, el gobierno mexicano circula en la dinámica de no ir más allá de pedir las actas.
El polÃtico chileno Marco EnrÃquez-Ominami, otro de los animadores del Grupo de Puebla, estuvo esta semana en la CDMX. Eterno candidato presidencial en su paÃs, tiene una relación de amistad con la canciller Alicia Bárcena y también tendrÃa sus intereses ibéricos con Zapatero.
El otro punto de consonancia entre el exmandatario español y México es la reforma judicial. Zapatero tiene en su entorno al exjuez Baltazar Garzón quien a su vez en México prestarÃa alguna asesorÃa al fiscal general Alejandro Gertz Manero. Garzón es un entusiasta de las teorÃas del "lawfair" que en Palacio Nacional dan letra a la música de la reforma judicial que a su vez genera fuerte nerviosismo en el equipo de transición.
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- 205/08/2418:58Un Grupo de impresentables de izquierda que ayudan a la dictadura de Maduro a cambio de obtener jugosas ventajas patrimoniales !!!!! En fin, Venezuela al mejor postor !!!!!!
- 104/08/2416:55BASURA inmunda este zapatero