El armado electoral de la vicecoordinadora de Morena en San Lázaro, Gabriela Jiménez, y su esposo, Edgar Garza, generó fuertes repercusiones al interior de la 4T que le costaron a él su expulsión del partido guinda y a ella una débil posición en San Lázaro. Sin embargo, el proyecto continúa con su armado a nivel nacional y, según pudo saber LPO, cuenta con fuertes posibilidades de conformarse como partido y ocupar un espacio en el armado oficialista en las elecciones de 2027.

Como relató LPO, las proyecciones políticas del matrimonio Jiménez-Garza impactó con fuerza al interior de la 4T, a raíz de las resistencias que provocó en el partido guinda que prohíbe en su estatuto interno la creación de partidos paralelos a Morena. Esto le costó, por ejemplo, la expulsión de las filas morenistas a Edgar Garza, quien de todas maneras continúa con su proyecto a nivel federal. Según pudo saber esta redacción, las bases de Que Siga la Democracia ya realizó más de la mitad de las asambleas que le exige el INE y en la 4T creen que se conformará como un partido político legal sin mayores problemas.

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En el oficialismo advierten que hay una serie de factores que abonan a este contexto. Uno de ellos es el proceso de selección de candidaturas al interior de la 4T que provoca importantes cicatrices que son difíciles de cerrar. Es por esto que ciertas figuras optarían por asegurarse un espacio en este nuevo partido y obtener, de esta manera, una candidatura en las próximas elecciones. Al mismo tiempo, esto le sirve de cierta manera a Morena porque dichas candidaturas se quedarían en partidos satélites y no en la oposición, como ocurrió con Movimiento Ciudadano en Veracruz.

La fecha límite para que el INE confirme la constitución de Que Siga la Democracia como nuevo partido político es febrero del año que viene, un momento que ya podría impactar en el armado electoral de la 4T para los comicios de 2027. Esta redacción dio cuenta de las tensiones que ya existen con el PT y el Verde, especialmente en el ámbito legislativo y luego de las elecciones en Durango y Veracruz. La aparición de un nuevo partido aliado podría descomprimir las tensiones que ya existen al brindar más espacios para contentar a las diferentes candidaturas.

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A la espera de las resoluciones legales, en el posible nuevo partido todavía restan por definir algunas cuestiones. Por ejemplo, ¿Permitirá candidaturas de familiares de actuales figuras de Morena a pesar de que el partido guinda prohibió el nepotismo? El PT ya adelantó que avanzará por esa vía, algo que no cayó muy bien en el partido guinda. ¿Intentará alcanzar la unidad con la dirigencia morenista en algunos espacios del país o apostará a jugar en soledad con el temor de dividir el voto? Son preguntas que, por ahora, no tienen respuesta, pero que en la alianza oficialista comienzan a formular ante la posibilidad de que surja un nuevo partido.