Uno de los máximos misterios del futuro político inmediato parece empezar a develarse. El todavía diputado nacional Fabio Manlio Beltrones aseguró que tiene la ilusión de presidir el Partido Revolucionario Institucional, marcando lo que podría ser el primer contrapunto puertas adentro del partido con Enrique Peña Nieto.

Una de las grandes incógnitas dentro del PRI era -y todavía es- qué lugar ocupará Beltrones cuando venza su mandato. "Todavía hay tiempo hasta que pasen las elecciones", explicó a LPO un operador político que conoce el tablero de la política mexicana.

Los tres grandes escenarios, como publicó este medio, eran: integrarlo al gabinete, dejarlo en el llano sin ningún cargo u ofrecerle la titularidad del partido, lo que finalmente el propio Beltrones admite como su principal ilusión.

"No creo que exista un militante en mi partido que no considere un privilegio ser considerado algún día para ser el dirigente nacional. Yo, en lo personal, he procurado poner esa disposición por el frente. Para mí sería un enorme privilegio poder ser considerado algún día para ser el presidente del PRI. ¿Para qué les digo que no, si sí?", dijo el diputado, que no da puntada sin hilo.

El problema de este anhelo es que el dirigente sonorense no forma parte del círculo ínitmo del presidente, y tener a un adversario al frente del partido no parece ser una apuesta segura. Ya le pasó a Felipe Calderón al final de su mandato, cuando Gustavo Cordero teminó imponiendo a Josefina Vázquez Mota, en lugar del delfín del entonces mandatario, Ernesto Cordero.

Hace unos meses, diversos periodistas filtraron que el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, acaso el hombre de mayor confianza con Peña Nieto, le recomendó no aceptar una negociación que termine con Beltrones al frente del PRI. Por supuesto que allí hay un conflicto de interés: Videgaray fue siempre uno de los caballos que corrían -y todavía corre- la carrera de la sucesión.

Queda mucho tiempo hasta resolver su situación, pero Beltrones comienza a marcar territorio y marca un piso en sus pretensiones. ¿Qué responderá Peña Nieto, frente a este pedido abierto de uno de los pesos pesados del partido?