Cuando Andrés Manuel López Obrador ganó la Presidencia y comenzó a esbozar -durante la transición- su futuro equipo de trabajo, tuvo un problema inesperado: definir quién llevarÃa la relación con los grupos mediáticos de México. Ese rol estaba reservado para César Yáñez, su histórico colaborador, pero el casamiento fifà con sobredosis de langosta lo cambió todo.
López Obrador congeló su relación con Yáñez -a quien le dio una oficina y un cargo por su antigua amistad- y le ofreció a Julio Scherer la coordinación de Comunicación Social. Scherer, en realidad, ya tenÃa reservada la ConsejerÃa JurÃdica, pero la idea de AMLO era que pusiera a alguien de su entorno en ese rol. El abogado se negó.
Finalmente AMLO designó a Jesús RamÃrez, quien habÃa sido acercado muchos años atrás por su amigo Carlos Monsiváis. El flamante vocero, sin embargo, chocó inmediatamente con los grandes empresarios del sector. La relación con las televisoras y las radiodifusoras era intransitable. AMLO volvió a encargarle los vÃnculos con las grandes cadenas a Scherer Ibarra.
¿Por qué Palacio Nacional quiso ocultar la intervención cardÃaca de AMLO?
Esta historia cobró una especial importancia esta semana, porque Jesús RamÃrez Cuevas quedó bajo el foco de varios pesos pesados del Gabinete. Uno en particular: Adán Augusto, el titular de la SecretarÃa de Gobernación.
En privado, Adán Augusto se mostró furioso por haber quedado envuelto en el affair del ocultamiento del cateterismo del Presidente. Una maniobra por la que apunta al vocero. Hay que recordar que la Segob tuvo que salir a aclarar el confuso tuit de RamÃrez Cuevas, con información que no era del todo precisa. Al dÃa siguiente, AMLO contradijo en un video a sus colaboradores.
"No se hace cargo de los medios, pero tampoco funciona como operador", apuntan en Segob. Se refieren asà a la fallida ayuda que habrÃa dado el vocero en el lamentable caso de Lourdes Maldonado. "¿O a quién le habÃa encargado ese asunto? ¿Cuál fue la ayuda que brindó en ese caso?", se preguntan otros integrantes del Gabinete.
El impacto del homicidio de la periodista Lourdes Maldonado, que se suma a una larga lista de ataques contra trabajadores de prensa, fue directo hacia López Obrador, porque en marzo de 2019 se habÃa presentado en la mañanera para denunciar un litigio con Jaime Bonilla -en ese momento superdelegado de la 4T en Baja California-, en donde expresó sus miedos: "Temo por mi vida".
López Obrador volvió a tocar el tema en su mañanera de este martes, sin que nadie le preguntara por el asunto, acaso una demostración de que el asunto lo descolocó. Esta tarde, en varios puntos del paÃs, colectivos de periodistas se expresaron en contra de la violencia a periodistas. Incluso en la puerta de Palacio Nacional se colgaron pancartas y se dejaron cámaras de fotos como sÃmbolo de protesta.
Adán Augusto ya tiene un camino trazado, y avanza en un proceso de expansión de las fronteras de la 4T. Por eso la negociación, conversación y diplomacia con todos los sectores que el ala más radical de la 4T fueron eyectando. Empresarios, gobernadores, militantes disidentes o dÃscolos. Catch-all.
El titular de la Segob analiza entonces la necesidad de avanzar con el control de la relación con los grandes medios de México, el rol que hasta hace poco tiempo atrás tenÃa Scherer, otro crÃtico y adversario interno del vocero RamÃrez Cuevas.
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