La preocupación de RocÃo Nahle está en su máximo esplendor. La titular de la SecretarÃa de EnergÃa fue la ideóloga de la construcción de una refinerÃa, proyecto que AMLO compró casi sin resistencia. Nahle fue, además, la principal defensora de que esa obra se podÃa lograr con menos de 8,000 millones de dólares -llegó a decir que se podÃa conseguir en USD 6,000 millones- y en el tiempo récord de tres años.
Pero los vaticinios de Nahle empiezan a tronar de a poco, y a nadie sorprende: al interior del propio gobierno de la 4T varios asesores y expertos se cansaron de llevar documentos a López Obrador explicándole que la idea de su titular de Sener era una fantasÃa. Fue una de las batallas -entre tantas otras- que perdió Romo. AMLO no lo escuchó.
El costo de la obra ya está claro que no se cumplirá. A la fecha, el proyecto cuenta con recursos para su ejecución por casi 9,000 millones de dólares. Es decir, al menos 1,000 por encima del tope máximo que habÃa calculado Nahle. Y los expertos aseguran que la cifra seguirá en aumento.
Con más de dos años de obras -es decir, por encima de dos tercios del total- los avances de obra no llegan al 40%. "Es por eso que los turnos extra para los trabajadores se volvieron moneda corriente, y no se las están pagando", explica un funcionario de la 4T involucrado en las pláticas con las empresas.
Esta situación explica la represión de este miércoles, pero también una idea que empieza a instalarse en Palacio Nacional: para no quedar en evidencia, habrÃa que armar un acto de inauguración en junio de 2022 aunque las obras no estén concluidas. "La refinerÃa con suerte se podrá echar a andar en 2023, pero al menos que se corte el listón para poder decir que se cumplió", afirman en la Sener.
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