La ruta de Mario Delgado empieza a quedar más clara con el correr de las semanas. Aunque en el cÃrculo rojo su imagen están emparentada casi de forma inevitable con Marcelo Ebrard, lo cierto es que el dirigente de Morena arrancó hace algunos meses un lento pero consistente proceso de desmarque con el Canciller. LPO pudo confirmar su último movimiento de acercamiento con Sheinbaum, quizás el último paso en su ruptura con Ebrard.
Los motivos que esgrime Delgado para alejarse de Ebrard son variados. En el plano más personal, persiste un viejo resentimiento por no haber sido elegido como su sucesor en 2012. Pero con el escándalo de la LÃnea 12 que forzó la salida del paÃs de Ebrard, Delgado Carrillo considera que se "quedó solo" y desde esa soledad -sin traicionarlo nunca- construyó su propia carrera.
El dirigente de Morena repite entre sus allegados que debió abrirse paso entre Los Puros y generar confianza con todo el entorno de AMLO, una tarea ardua que le llevó años. "Después de todo ese recorrido, tengo una carrera propia dentro de Morena, ya no soy su empleado", asegura en pláticas con sus más cercanos.
La ausencia de Delgado en la cumbre de Toluca profundiza la tensión en su vÃnculo con Ebrard
LPO ya reveló que Delgado comprendió hace un tiempo que su suerte en 2024 dependerá en gran medida de la candidatura presidencial. Su cercanÃa con Ebrard lo colocaba en una posición incómoda: si el Canciller obtiene la postulación, su deseo de ser Jefe de Gobierno quedarÃa sepultada. AMLO jamás cederÃa a un solo grupo las dos posiciones más importantes en la sucesión. Existe entonces un conflicto polÃtico de fondo con su antiguo jefe.
Y por esa razón en las últimas semanas ha estado enviado mensajes de una cercanÃa cada vez mayor con Sheinbaum. Por algo fue la propia Jefa de Gobierno quien lo cobijó cuando los militantes lo abucheaban en el evento por los tres años de la victoria de la 4T en las urnas, en el Lunario del Auditorio Nacional.
Delgado decidió jugar más fuerte en el contexto de esa alianza en construcción. LPO pudo confirmar que envió a su asesor estrella, Iván Silva, a sumarse en la mesa de consultores de Sheinbaum. Se trata del equipo que ya empieza a trabajar en la candidatura presidencial de la Jefa de Gobierno.
Silva comenzó su carrera en Jalisco, en una sociedad con Rafael Valenzuela, dueño de Euzen, la consultora estrella de Enrique Alfaro. Esa sociedad se rompió casualmente por intereses polÃticos confrontados: Silva querÃa seguir asesorando a Aristóteles Sandoval, mientras Valenzuela ya empujaba a Alfaro como posible sucesor en la gubernatura.
De la mano de Yeidckol Polevnsky, Ivan Silva -y su consultora HeurÃstica- ofreció sus servicios en la campaña electoral de 2018. Allà estableció un estrecho contacto con Delgado. También colaboró con la campaña de Sheinbaum para Jefa de Gobierno.
Ahora lidera la mesa de asesores que aconsejan al dirigente nacional de Morena, espacio que también integran Aleix SanmartÃn, César Hernández -de la internacionalmente polémica Neurona- y Roberto Morris.
En las últimas semanas, Silva también se convirtió en el enviado de Delgado en la mesa de estrategia de Sheinbaum de cara a su pre-candidatura presidencial. Su presencia en esa mesa abre una incógnita que seguramente será contestada en poco tiempo: ¿La ruptura de Delgado con Ebrard ya es irreversible?
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