La semana próxima se conocerán nuevas encuestas en el War Room de Margarita Zavala. En las mismas la candidata espera observar un crecimiento que la deje en dos dígitos de intención de voto y un marcado retroceso de Ricardo Anaya que lo deje en menos de 20 puntos, producto del escándalo por supuesto lavado de dinero.

En paralelo los operadores del calderonismo activan nexos en Jalisco y Nuevo León a fin de generar una estrategia de voto cruzado que implique que la base panista vote por los candidatos a alcades y legisladores del Partido pero al momento de la presencial lo hagan por la ex primera dama en lugar de Anaya.

En Jalisco, por ejemplo, Zavala tiene buena relación con Miguel Ángel Martínez, aspirante del PAN a la gobernatura y que nunca aceptó a idea de Frente de Anaya junto a MC y PRD. En esta entidad no habrá coalición. Martínez, que puede terminar segundo si el PRI se sigue desplomando, daría la instrucción a sus armadores de que estos operen voto a favor de Zavala en lugar de Anaya. 

Martínez le ha mandado a decir a Zavala que no declinará por Enrique Alfaro a media carrera ya que esto es lo que pretendería Anaya en un principio.

En Nuevo León los principales candidatos del PAN como son Felipe de Jesús Cantú (Monterrey), Pedro Garza (Guadalupe) y Rebeca Clouthier (San Pedro Garza García), son figuras que están más cerca de Zavala que de Anaya. En estos municipios se podría buscar la misma estrategia de voto cruzado. Sin embargo, debe decirse, es más difícil que en Jalisco dado que en NL la aspirante no logró las firmas que esperaba.

Una clave: el entorno que rodea a la campaña de Felipe en Monterrey es muy cercano a todo el grupo de los Calderón, comenzando por el ex gobernador Fernando Canales.