El ascenso y caída estrepitosa de Montserrat Caballero puede contarse en tres actos, acaso en armonía con los tres años al frente del Ayuntamiento de Tijuana. Desde traicionar al grupo político del exgobernador Jaime Bonilla, pasando por sabotear la candidatura de su propio partido aliándose con la candidata del PAN, hasta pelearse con los regidores de su Cabildo.

Este miércoles se difundió ampliamente una carta en la que un grupo de siete regidores de distintos partidos (Morena, Partido Verde, Partido del Trabajo e independientes) denunciaron ante la Fiscalía General del Estado (FGE) a la alcaldesa de Tijuana por "abuso de autoridad", con el fin de que "cese en sus vejaciones e insultos" contra los funcionarios municipales.

"Lamentablemente, los Regidores del XXIV Ayuntamiento de Tijuana enfrentamos un abuso de autoridad por parte de la Presidenta Municipal, Monserrat Caballero Ramírez, quien utiliza recursos públicos para menospreciarnos públicamente debido a nuestra oposición a decisiones que consideramos perjudiciales para los tijuanenses", se lee en la misiva.

"El respeto mutuo es esencial para una sociedad justa y armoniosa. Este principio es crucial para el diálogo y la toma de decisiones, especialmente en contextos de diversidad política", continúan los regidores. "Hemos solicitado respeto repetidamente, pero al parecer, ella desconoce este principio o teme las repercusiones de decisiones presupuestales pendientes por 462 millones de pesos".  

Los integrantes del Cabildo de Tijuana que suscribieron la carta son los regidores morenistas Alejandro Cabrera Acosta, Erwin Areizaga y Claudia Casas, la regidora del Partido Verde Marisol Hernández, Mónica Vázquez del Partido del Trabajo, Edgar Montiel de Movimiento Ciudadano y la regidora independiente Miriam Echeverría.

Caballero sobre su presunto apoyo a Maricarmen Flores: "¿Por qué otros no están siendo investigados?"

"La Presidenta ha recurrido a insultos públicos, utilizando redes sociales, su oficina en la Presidencia, medios de comunicación y lonas con nuestras imágenes para desacreditarnos, en lugar de abordar los problemas de fondo", insistieron los funcionarios municipales. "Hemos decidido presentar una denuncia formal por ABUSO DE AUTORIDAD, acusándola de violencia verbal política, vejación y desvío de recursos públicos para afectar nuestra imagen".

Apenas este martes, la autonombrada "última fundadora de Morena en funciones" -un obvio ataque a la gobernadora Marina del Pilar a la que considera de "corazón azul"- aseguró que el regidor Cabrera Acosta tiene nexos con el narco, luego de que el restaurante de mariscos "El Caimán" -propiedad del morenista- fue quemado y a las afueras dejaron un cuerpo desmembrado.

Esto ocurre la mañana del día que Caballero Ramírez presentará su tercer y último Informe de Gobierno. Y a sólo tres semanas de un encontronazo que quedó en video precisamente con los regidores del Cabildo, pues a la morenista Claudia Casas se le negó el acceso al elevador presidencial bajo el argumento de que fue "por instrucciones superiores".

Lo anterior lo reconoció la propia Montserrat Caballero. "No es un acto de violencia", dijo la alcaldesa ante el reclamo de los regidores. "El elevador de Presidencia. Yo puedo designar quién lo utilice, y quién no. Porque eso es un elevador de Presidencia que con mucho gusto comparto, porque es Presidencia que tiene sus facultades y tiene sus oficinas".

Sobre todo este asunto ronda una acusación severa contra Caballero, la denuncia por haber respaldado la candidatura de oposición de la panista Maricarmen Flores, sin considerar que ello constituye alta traición en Morena, en el pasado proceso electoral del estado y, desde luego, en contra de la postulación de Ismael Burgueño, actual alcalde electo.

Contra Burgueño Ruiz, como se comenta en el propio Cabildo de Tijuana, su compañera de partido se encargó de revivir una presunta demanda donde se le acusó de deudor alimenticio. Finalmente esto no prosperó y fue postulado por Morena y ganó en las urnas por una amplia ventaja sobre Maricarmen Flores. Caballero se quedó sola, lejos de Bonilla y lejos de Marina del Pilar, sin escaño ni curul, y sin un nuevo cargo estatal ni federal en donde desempeñarse.