La dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, comienza a incrementar su ritmo laboral y en ciertas reuniones ya ha mencionado su intención de construir un proyecto presidencial con vistas a la sucesión de Claudia Sheinbaum.

Un sendero que podría llevar a una colisión con Andy López Beltrán, quien hoy por hoy maneja la campaña de afiliaciones del morenismo y que también tiene su proyecto presidencial.

Alcalde además, según menciona, está fuertemente incentivada por su familia, especialmente su padre, el abogado laboralista Arturo Alcalde Justiniani, a quien Sheinbaum vería con cierta cautela y que suele estar en la mira de grandes ideólogos del morenísimo, como la directora de La Jornada, Carmen Lira.

Al interior de Morena mencionan que, como medida preventiva, Alcalde decidió designar a su propio consejero jurídico y de ese modo tener una opinión diferente al del partido, que responde a López Beltrán.

La dirigente también ha conversado con ciertos gobernadores y alcaldes que no están del todo cómodos con las maniobras de afiliación del hijo de López Obrador.

Todavía en su entorno no es claro si la dirigente buscaría una etapa intermedia como, por ejemplo, ser diputada por la CDMX en 2027. Inicialmente, antes de recalar en Morena, su objetivo era reemplazar a Ariadna Montiel en la Secretaría del Bienestar, movimiento que podría darse si finalmente Montiel recibiera la candidatura a la gobernatura de Chihuahua.

Otra posición apetecible sería regresar a Gobernación, pero, en caso de una salida de Rosa Icela Rodríguez, esa cargo tiene tiradores de alto vuelo tanto en el Senado, como entre gobernadores y funcionarios del gabinete.

Alcalde es tiene muy presente que su proyecto se encuentra en fase inicial y que no cuanta con las conexiones de López Beltrán, que ya tendría de su parte, y dentro de su proyecto de poder, tanto al senador Adán Augusto López Hernández como a Ricardo Monreal.