El Partido Republicano se encamina este martes a controlar el Senado, una instancia clave en caso de que Donald Trump gane la presidencia porque la Cámara Alta tiene poder de decisión en todo lo referido a la política exterior.

Para México se abre un escenario complejo porque el Senado autoriza las operaciones militares en el exterior y actualmente, entre los republicanos, ha crecido la tendencia reclamar un mayor intervencionismo en territorio mexicano para operar contra los cárteles de las drogas.

Si Kamala Harris lograra el triunfo, en tanto, la espera una situación muy compleja para la ratificación de su gabinete, así como también la nominación de los embajadores y representantes en organismos multilaterales. Otro frente de conflicto será la nominación de jueces de circuito y futuros integrantes de la Corte Suprema.

El primer triunfo para los republicanos llegó en Virginia Occidental, donde Jim Justice, actual gobernador, se impuso y arrebató una banca a los demócratas.

Con el paso de las horas se confirmaron los triunfos republicanos en Michigan, Arizona, Ohio y Nebraska, con lo cual la bancada llegaría a un piso de 51 senadores, el número necesario para controlar la Cámara Alta.

Los republicanos se impusieron además con comodidad en estados como Texas y Florida, donde los demócratas tenía expectativas de arrebatarles las bancas a los senadores Ted Cruz y Rick Scott, lo cual finalmente no sucedió.