En días recientes, Morena abrió su convocatoria para elegir a los integrantes del Consejo Nacional. En el proceso, los aliados de Mario Delgado y Citlalli Hernández arrasaron con las nominaciones. Este hecho no quedó sin que lo notara el equipo de Marcelo Ebrard.

La coordinadora de campaña del Canciller, la senadora Malú Mícher, salió a declarar que esperan que los próximos procesos de selección del partido político se hagan a través de encuestas abiertas, transparentes y accesibles para la ciudadanía y, además, que se llegue a un acuerdo como el que hubo en 2011.

La declaración de Mícher llamó la atención de la tribu de Los Puros -como pudo saber LPO- porque el acuerdo de 2011 entre Ebrard y AMLO fue que el perdedor de la encuesta se quedaría con la Ciudad de México, lo que querría decir que Ebrard quiere meter a la capital en las negociaciones presidenciales.

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También, se levantó la ceja de esta tribu de Morena por las presiones de Ricardo Monreal, que ante los cuestionamientos de la prensa, se ha visto en la Ciudad de México una especie de plan B en caso de no hacerse con la candidatura presidencial. Además del coqueteo que ha tenido con MC.

En la ciudad las aguas estarían más tranquila, si Claudia Sheinbaum ya hubiera destapado a sus "corcholatas". Aún no se sabe si será Rosa Icela Rodríguez, Omar García Harfuch, Martí Batres o incluso Luisa María Alcalde (primicia de esta redacción). La aún jefa de gobierno ha decidido no intervenir en el proceso de elección del nuevo gobernante de la capital, caso contrario a lo que ha hecho el presidente.

En la tribu de Los Puros militan políticos como Bertha Elena Luján, Héctor Díaz Polanco y la propia secretaria Citlalli Hernández. La relación entre Delgado y Ebrard se ha descompuesto desde que el Canciller se decantó por Mancera para dirigir la CDMX, pues actualmente el presidente nacional de Morena es más cercano al presidente. Por lo tanto, el mensaje de Los Puros es clara: no comiencen a negociar con Ebrard, ni con Monreal.