En las últimas horas la ambición de RocÃo Nahle de ser candidata a gobernadora de Veracruz recibió un impulso desde Palacio Nacional, cuando Andrés Manuel López Obrador criticó al secretario de Gobierno Eric Cisneros por una campaña de difusión vÃa espectaculares que en su opiniuón es excesiva.
"Qué tiene que hacer un Secretario de Gobierno haciéndose publicidad; si quiere ser candidato que renuncie a su cargo", dijo el presidente.
Una frase concreta pero que devuelve el optimismo en el entorno de la secretaria de EnergÃa, donde es fuerte la percepción de que no podrá presentarse a la encuesta para la gubernatura por el fallido arranque de Dos Bocas, una obra que ella supervisó, que costó el doble de lo planificado (16 mil millones de dólares) y que todavÃa no puede refinar un solo barril comerfializable a pesar de que el año pasado López Obrador auguraba, a estas alturas, una producción de más de 100 mil barriles diarios.
El revés en la refinerÃa estimuló diversos proyectos de Morena en Veracruz pero fundamentalmente dos: uno es el de Cisneros, que en el pasado era aliado de Nahle hasta que decidió que él tenÃa mejores chances y el otro es el del gobernador Cuitláhuac GarcÃa, que quiere lanzar a su secretario de Educación Zenyazen Escobar.
Cisneros, como tal, está desatado contra Nahle, alimenta hitorias de todo tipo y color sobre la relación de la secretaria de EnergÃa con ciertos proveedores de Dos Bocas.
Detrás de ambos movimientos se detectan ramificaciones con el director general de Pemex Octavio Romero, que tiene una relación aspera con Nahle porque teme que a futuro Dos Bocas le implique problemas en tribunales.
Por estos detalles es que cerca de Nahle festejaron los dichos presidenciales contra Cisneros: los asumen como una señal de que a pesar de las tribulaciones de Dos Bocas, todavÃa la secretaria es la favorita para ir por la gubernatura jarocha.
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