
Alfonso Romo ha perdido terreno en el entorno directo de Andrés Manuel López Obrador. Más allá de algún encuentro concreto con empresarios o ciertos contactos directos, el dueño de la Casa de Bolsa Vector está apuntado por el presidente que dice, en privado, estar convencido de que Romo es uno de los articuladores detrás de los litigios contra el Tren Maya.
En el entendimiento presidencial, Romo está involucrado en negocios concretos en zonas de influencia de la obra y por eso alienta el freno a la misma. Una tesis que se complementa con la noción de que como jefe de la Oficina de la Presidencia el magnate utilizó información privilegiada para sus negocios particulares.
Respecto a la polémica del Tren Maya, en medios noticiosos cercanos a la 4T trascendió que Romo financiaba las campañas de los artistas y famosos contra el avance del Tren Maya. Romo tendrÃa negocios acuiferos en la zona que se ven afectados por tramo 4 del Tren.
Esto se ve reflejado en hechos concretos del dÃa a dÃa del Gobierno. Romo no acompañó a López Obrador a Washington DC y el presidente comienza a requerirle gestiones concretas en el mundo empresarial tanto a Francisco Cervantes (mandamás del CCE) como al secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández.
La onda expansiva del enojo va más allá de Romo. La secretaria de EconomÃa Tatiana Clouthier, siempre cercana a Romo, está apuntada por el presidente por la polémica de los paneles del T-MEC y porque el tabasqueño entiende que Clouthier jugó a favor de Vulcan Materials en la polémica de esta compañÃa de EU con la 4T.
En febrero de este año, cuando el Gobierno atravesaba la crisis de la Casa Gris de Houston Romo intentó ofrecer consejo al presidente pero esto fue rechazado.
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