La cuenta regresiva hacia la Cumbre de las Américas sigue su marcha. Tanto México como Estados Unidos no quieren dar su brazo a torcer. El presidente Biden mantiene su postura de esperar a López Obrador con los brazos abiertos -sin responder frontalmente a sus exigencias-, mientras que el mandatario mexicano continúa firme en su postura de no asistir a la reunión si no se invita a Venezuela, Nicaragua y Cuba.

En su conferencia de prensa, por la mañana, López Obrador admitió que el gobierno mexicano continúa esperando la decisión de Estados Unidos y que sea cual sea la deliberación, ésta no afectará sus relaciones. "Es muy buena la relación con el gobierno del presidente Biden, con sus colaboradores, Juan Gonzalez, con el jefe del departamento de Estado Blinken, con su asesor para asuntos de seguridad".

Como informó ayer LPO, Biden quiere "personalmente" a Obrador en la cumbre, no al canciller Ebrard. "Ayer, un funcionario de Estados Unidos, muy cercano al presidente Biden, habló de que todavía no están terminadas las listas o hace falta distribuir algunas invitaciones. Vamos a esperarlos".

AMLO comentó que todavía queda mucho tiempo para tomar una decisión y que afortunadamente hay muchos vuelos, "Estamos cerca, de aquí a Tijuana y luego en carretera hasta Los Ángeles".

Pero que en el caso de no hacerse presente, será Ebrard quien representará a México en la cumbre. No se debe olvidar que ayer Andrés Manuel se quedó un poco más solo en su postura, pues Alberto Fernández confirmó su asistencia al encuentro entre mandatarios.

Y en un acto de diplomacia pura, López Obrador no se cansó de llenar de cumplidos a su contraparte estadounidense. "El presidente Biden, es una gente con mucha experiencia política. Es conciliador, es una persona con buenos sentimientos. Es un buen gobernante", expresó Obrador.